“Imposible”
Liliana Herrero
S-Music
2016
La cantante, que antes fue profesora de filosofía, es la gran traductora de la música folklórica argentina de los últimos trece años. La memoria, en este caso, es el puente. Para eso, Liliana Herrero piensa en el río, en los paisajes de nuestras provincias y en los autores de referencia. ¿Cómo reflexionar sobre la historia política, cultural y social de los caminos de siempre sin las composiciones de Cuchi Leguizamón, Atahualpa Yupanqui, Armando Tejada Gómez y Juan L. Ortíz? Liliana lo sabe y, desde siempre, y con una parsimonia poco común en tiempos que vuelan, lo sigue recomponiendo con la sabiduría de una luna tucumana. La trama en “Imposible” no sólo es narrativa sino también musical. Por eso la intérprete se aleja del sonido disruptivo y eléctrico de “Este tiempo” (2011) y “Maldigo” (2013), y funda a sus nuevas canciones con madera acústica, una formación de instrumentos reducida (Pedro Rossi en guitarras, Ariel Naón en contrabajo, Mario Gusso en percusiones y Martín Pantyrer en clarinete bajo) y un aura sonora orgánica capaz de pintar a una mujer hirviendo en el medio de una laguna del litoral.
Las canciones “Carita morena”, “La catamarqueña” o “Lavanderas del río chico” son zambas, y es que la esencia del disco entero está contenida en el alma de una zamba. Una total, devastadora y combativa. Por más que haya “Chaya de la albahaca” o “Chacarera de las piedras”, el espíritu de este género acompaña a Liliana Herrero en busca de una patria más reflexiva; sosteniendo lo imposible.
A la obra se le suman tres tangos que grabó con Gerardo Gandini. “Es una yapa”, asegura ella y por eso viene aparte, como si fuera el brazo de otro río.
Facundo Arroyo