Este aniversario no llegó con los festejos habituales, pero sí con un video donde los pibes y las pibas dejaron sus abrazos especiales y el deseo de encontrarse pronto pateando la pelota. Uno de los integrantes de la asamblea habló con La Pulseada Radio para repasar su historia del club del barrio en que creció Carlitos Cajade.
«Cumplimos 42 años, 19 de la refundación», contó Juan Manuel Bruno, parte de la asamblea que gestiona el Centro Deportivo y Recreativo Villa Argüello y uno de los protagonistas de esa recuperación. El club, ubicado en 5 y 126, se creó en 1979 por iniciativa vecinal, limpiando y poniendo en condiciones el predio que era un basural. Allí se habían acumulado escombros producto del trazado de la Avenida 122. Durante el menemismo, al igual que todas las organizaciones populares, padeció las políticas neoliberales y de privatización. «Fue el chamuyo que nos comimos en los 90 con esto del gerenciamiento de los clubes. A los barrios llegó esa idea, fue el modelo que se adoptó (…) Se lo dieron a un particular que recaudó plata pero sin generar nada social para el club, pero nosotros pudimos recuperarlo con los vientos de resistencia que fueron pasando en el país «, dijo a La Pulseada Radio.
El emblema del CDR Villa Argüello, pintado y estampado en sus paredes y camisetas, es un elefante. La imagen surge de un viejo árbol cercano al predio donde había un tronco con forma de ese animal: esa figura se transformó en su símbolo.
En su historia más reciente, está la creación de una murga, la disputa porque las chicas puedan ser parte de la Liga de Asociaciones de Fútbol Infantil de la Ribera, la lucha por los derechos de las niñeces y el trabajo permanente para que las canchas tengan pasto, luminaria y condiciones dignas de juego.
El club tiene su sede en el barrio donde se crió y trabajó Carlos Cajade. En muchas charlas entre vecinos y vecinas lo recuerdan con cariño: «Con cualquiera que hables del barrio sabe quién es Cajade, por sus orígenes y porque nos enseñó que el hambre es un crimen y que ningún pibe nace chorro. Lo decía en tiempos que era difícil sostener eso».
«Carlitos jugaba acá en la canchita los jueves, con sus sobrinos, jugaba de 10. Yo ni sabía que era cura», contó Juan.
«Hoy el club se mantiene porque mucha gente banca nuestras iniciativas»
En la emergencia sanitaria, el CDR Villa Argüello siguió construyendo lazos con el barrio. Están trabajando en mejorar el predio y las canchitas e instalaron un punto de internet gratuito.
«Asistimos a la familias con una olla popular que hacemos desde el inicio de la pandemia los martes, jueves y sábado en conjunto con la Unidad Básica del barrio, asistimos con comida y otras iniciativas como acercar zapatillas, frazadas, útiles escolares; pudimos acompañar con camperas de abrigo hermosas que mandamos a hacer. Mucha gente se acercó a colaborar porque son las redes sociales que fuimos armando en estos años», contó Juan. «No podemos juntar a los pibes en estas circunstancias, entonces hoy estamos en este rol», sintetizó.
Foto de portada: La voz de la pibada
