Desde fundación GEP dieron a conocer detalles del informe que realiza su Observatorio de acceso a medicamentos donde sistematizan información importante como el aumento de precios, la preocupación por la falta de stock y la imposibilidad de salir de una meseta de contagios y muertes en la que se mantiene Argentina. «Nuestros derechos no pueden esperar» dicen a dos meses de haber ingresado un nuevo proyecto de ley al Congreso Nacional.
El malestar y la preocupación de las personas que conviven con VIH se acrecentó ayer después de la presentación del boletín epidemiológico. Todos los años se presentan los datos nacionales sobre la respuesta ante el VIH. Es, por supuesto, una instancia importante que involucra a las personas afectadas que suelen tener representación en la actividad, ya sea como parte del panel o con la posibilidad de hablar comentar, cuestionar. Este año, pandemia mediante, la presentación se hizo de manera virtual y participaron seis funcionarios del Ministerio de salud y dos de internacionales. «Pero con el detalle de que ni siquiera habilitaron el chat, sólo fuimos meros expectantes de lo que presentaban», dice José María Di Bello, presidente de la Fundación GEP, a La Pulseada.
Desde el Frente nacional por la Salud de las personas con VIH, al que GEP pertenece, repudiaron lo sucedido en el acto y se consideraron “silenciados”. Las organizaciones vienen instando a que haya una mayor participación de la sociedad civil en la respuesta ante el VIH y son quienes presentaron hace dos meses un proyecto revisado para una nueva ley de VIH, Tuberculosis, Hepatitis virales e ITS. La ley actual ya tiene 30 años de vigencia y necesita actualizarse, pero es el tercer año que buscan hacerlo sin lograr que el tema se trate.
«Tenemos que revisar lo que hacemos en relación a la respuesta al VIH porque hemos sido un país modelo en la región pero ya hace tiempo que no. Hace 12 años atrás celebrábamos que no creciera el número de contagios, pero eso se volvió una meseta, no logramos bajarlo y en el mundo no pasa lo mismo», explica Di Bello. Desde entonces todos los años hay alrededor de 5500 nuevas notificaciones de personas con VIH y mueren alrededor de 1500 personas por enfermedades relacionadas.
Los números del informe
En el documento del Observatorio de Acceso a Medicamentos de Fundación GEP constataron que este año el precio de los medicamentos aumentó más que la inflación: un 84% en promedio, aunque hubo aumentos de un 1300% para casos como la combinación tenofovir-emtricitabina, del laboratorio Elea. «¿Por qué esa extorsion? – se pregunta Di Bello – hay dificultades para comprar afuera por la pandemia, y eso implica que la negociación cambia, pero no puede pasarnos esto. Hay que cambiar la política y la forma en que compramos».
Lo que proponen y recomiendan es la apertura de licitaciones y la producción pública de medicamentos que permita mayor transparencia, menos compras directas -que en 2019 y 2020 representaron el 57 y 47% respectivamente-, y bajar el precio para la optimización del uso de los recursos públicos destinados al VIH.
El próximo año los números pueden aumentar ya que el acceso a medicamentos durante la pandemia fue muy complicado y se interrumpió en muchos casos; a esto se suma que por imposibilidad o miedo de asistir a los hospitales muchas personas con VIH no tienen los controles del último año, y muchos centros de testeo tampoco estuvieron funcionando.
Sin embrago en los últimos ocho años más del 80% del presupuesto ha sido destinado a la compra de tratamientos y este año el porcentaje fue de 89%. «Esto es central pero ese alto porcentaje impide que puedan llevarse adelante políticas complementarias relacionadas con la prevención, la atención integral , el seguimiento de tratamientos y la contención social, entre otras necesidades. Así es imposible revertir la meseta de transmisiones y muertes anuales. Faltan campañas desde el Estado que posibiliten el acceso a la información y a la prevención, la última bien masiva fue en 2008”, agrega Di Bello.