El ahogo presupuestario que viven los distintos emprendimientos dedicados a la protección integral de niños, niñas y adolescentes ya es moneda corriente. Es triste constatar que para el Estado bonaerense los pibes no son la prioridad ni mucho menos. Lo cierto es que los atrasos en los pagos son enormes y asfixian a los hogares, casitas y comedores de toda la Provincia. Y eso sin contar los chicos que no son reconocidos en los convenios, por razones burocráticas, ni ponerse a discutir lo escaso del monto que se destina por la atención de cada chico. En nuestro caso, al cierre de esta edición, el gobierno bonaerense debía nueve meses de las becas que corresponden al hogar y tres meses a las distintas casitas de día que integran la Obra de Cajade. En total, alrededor de 700.000 pesos. Hay que decirlo: seguimos adelante con la solidaridad de la gente que nos abraza y con donaciones que terminan reemplazando las obligaciones del Estado, pero no debería ser así…