Claudia Bernazza, diputada nacional y una de las autoras de la propuesta legislativa para la Crianza con Ternura y el Buen Trato, afirmó que se apunta a «poner en valor campañas de UNICEF y gobiernos de todo el continente que tratan de desnaturalizar el uso del golpe, del chirlo y la violencia a la hora de la crianza de los chicos, que es más común de lo que se piensa».
En un acto en Casa Rucalhué (Lugar del Sol) se presentó el proyecto de ley “Ana Goitia” para la Crianza con Ternura y el Buen Trato. La iniciativa tiene como definición principal que el Estado Argentino reconoce y garantiza el derecho de niñas, niños y adolescentes a una crianza sin violencias y al buen trato por parte de las personas adultas. La propuesta se contextualiza dentro de un programa de formación en valores, además del derecho al juego y a la recreación.
«Preferimos retomar la idea de que nuestro continente ya tenía una crianza del amor y del buen trato desde sus comunidades originarias y que quizás la violencia vino de la mano del capitalismo. Lo que hacemos en pensar en programas de formación para trabajadores públicos y para comunidades familiares, pensar en campañas de concientización y fortalecer comunidades de aprendizaje, y allí es donde ponemos en valor nuestras casas del niño y nuestro jardines comunitarios, donde ya hay una tradición de metodologías de la ternura que están muy invisibilizadas», dijo la legisladora Claudia Bernazza en comunicación con La Pulseada Radio.
El proyecto forma parte de una agenda de niñez y adolescencia que reconoce a las propuestas comunitarias como prevalentes para dar respuesta a la situación de niños, niñas y adolescentes. Lleva el nombre de Ana Goitía, luchadora social y esposa del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Antonio Cafiero. «Fue la primera que vio la propuesta de la ternura como categoría política y nuestra idea de que quienes formen sean los propios educadores de las casas de niñez que conformamos las organizaciones de Lxs Chicxs del Pueblo», destacó Bernazza.
La propuesta de ley prevé el fortalecimiento del aprendizaje en ámbitos de educación comunitaria y el cierre de instituciones como institutos de menores. Define el vínculo entre entre adultos/as y niñas, niños y adolescentes como una relación «basada en el respeto a la dignidad e integridad física, psicológica y emocional, a su derecho constitucional de vivir libres de violencia y a sus procesos de autonomía progresiva. Para el ejercicio del buen trato, se deben propiciar ámbitos de crianza fundados en vínculos de cercanía y afecto, a fin de garantizar el cuidado de niñas, niños y adolescentes y el desarrollo de sus potencialidades».