Un horizonte para Marcelo

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Foto Ana Clara Junges
Foto Ana Clara Junges

En La Plata hay sólo cuatro talleres protegidos para recibir a los jóvenes que egresan de Centros de Formación Laboral. Una incipiente asociación de padres quiere crear un nuevo taller que garantice el ingreso al mundo del trabajo para este sector.

Por Cristina Pauli

Marcelo Santillán ha pasado por varios números de esta revista. Por su participación en murgas, por su afición al candombe o por la habilidad radiofónica que demostró el año pasado en La Pulseada Radio. Pero también tiene otras facetas.

Todos los días va desde el Hogar de Cajade, en 643 entre 12 y 13, hasta el Centro de Formación Laboral Nº 2, Francisco Isauro Arancibia, en 29 y 58. En esa escuela, donde cerca de 150 jóvenes discapacitados mentales aprenden oficios, Marcelo se capacita en el taller de carpintería. Allí también se enseña armado (de bolsas y cajas), herrería, cocina y costura.

La finalidad de nuestra institución es insertar a los jóvenes en el mercado laboral, pero muchos de ellos no pueden acceder al mercado competitivo ya que requieren de la tutela de adultos para realizar su trabajo. De ahí la necesidad de tener un taller protegido, un espacio de trabajo donde se realice una producción coordinada por un profesor”, afirma Nancy Picardo, directora del establecimiento.

Los talleres protegidos tienen como finalidad la producción de bienes y/o servicios y su planta está integrada por personas con discapacidades físicas, mentales o ambas. Dependen de asociaciones civiles de bien público y sin fines de lucro, y pueden recibir ayuda de organismos estatales y privados.

Las personas que entran a uno de estos talleres suelen permanecer allí hasta que se jubilan, y en La Plata hay sólo cuatro talleres protegidos. Así, hay muy pocas vacantes para que los jóvenes ingresen al mundo del trabajo, y esa necesidad llevó a un grupo de padres del Francisco Isauro Arancibia a juntarse para generar un nuevo espacio que reciba a quienes egresan de ese centro de formación.

En octubre pasado crearon la asociación Un horizonte cercano. El horizonte de la flamante asociación es crear un taller protegido que se dedique a preparar viandas alimentarias para enfermos celíacos. Pero para ello necesitan un terreno donde construir el edificio e, idealmente, una huerta de la que extraer materias primas.

De cualquier modo, la idea es, durante 2012, comenzar con un taller de armado de bolsas, que funcionaría en una aula que nos preste el Centro de Formación Laboral Nº 2 —explica Laura Fernández, presidenta de la ONG—. El año pasado fuimos a ver al intendente Pablo Bruera, que se comprometió a ayudarnos en la construcción del edificio, pero necesitamos un terreno. Confiamos en que hay muchas personas generosas en esta ciudad que nos van a ayudar, porque nuestro fin es bueno”.

Por ahora, en esta causa noble sobran ganas y fuerza pero faltan socios, voluntarios y contribuyentes que ayuden a alcanzar la línea del horizonte.

 

Para colaborar

lauraaracelifernandez@yahoo.com.ar

T.E: 0221-15-463-9345 y 0221-15-594-5428

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