Carina Rivero Artus es abogada penalista, miembro de la Asociación Pensamiento Penal y allegada al “supuesto trapito” que agredió a un joven en el partido bonaerense de San Martín. La letrada explicó a la revista Cítrica el caso desde el lado B de esta historia. Compartimos la nota de esta revista compañera.
Insultos, trompadas, trapitos, violencia de género, borracheras, boliches, noche. Y además de todo, la atravesada mirada de los medios masivos de comunicación. Una abogada penalista, allegada a Fernando Abelik, explica lo sucedido en San Martín: “Este caso podría enmarcarse dentro de lo que se conoce como manipulación mediática de la información. Y puedo asegurarlo porque a este supuesto trapito tengo la suerte de conocerlo. Fernando tiene familia, amigos, compañeros de trabajo; pues él trabaja desde hace siete años en la Municipalidad de San Martín. Puedo decir que no necesita trabajar como trapito, entonces. Algo que no es, que no lo fue, y que tampoco es parte de una mafia de las calles, ni es barra brava, ni una especie de seguridad de una trapito, o cosa que se le parezca”.
-En el video que se conoce públicamente, Fernando golpea duramente al agredido, y pareciera que lo hace sin mediar justificativo. ¿Cuál es la explicación del hecho según la visión que usted maneja?
-Fernando dice que salía de ensayar con su banda de rock, la que puedo confirmar que tiene, y que también se puede corroborar llamando a declarar a la gente del bar donde estaba. Ver si alguien sacó alguna foto mientras estaba con sus amigos y no como vigilancia de nadie. Al salir vio a la chica que trabaja de “trapito”, que es una mujer que siempre está ahí. Vio que ella discutía con un hombre – Leonel Biasutti-. Se acercó a preguntarle a la mujer si estaba bien, y ella cuenta que el otro joven la estaba insultando, y que le había querido pegar.
–Esta situación que usted marca estaría corroborada ya que la mujer habría denunciado al joven golpeado ante la justicia, por violencia de género. ¿Es concreta esa versión?
-Por lo que yo tengo entendido, sí. La mujer lo habría denunciado por violencia de género. Por eso fue que Fernando tuvo la mala idea de meterse, de querer ayudarla. En ese momento, Biasutti se acercó de nuevo y siguió faltándole el respeto. Fernando dice que le pidió que se calme “porque le estaba hablando a una mujer”. Ante la negativa de Biasutti, Fernando tuvo la mala reacción de pegarle una trompada. Y si bien es un acto condenable, también es condenable que algunos medios masivos de comunicación, “como el diario Clarín, digan que fue un golpe a traición. No fue así, sino frente a frente, y esto queda evidenciado en el video.
–Fernando golpeó a alguien en el rostro y lo fracturó. Eso es lo que la sociedad mediatizada sabe de él. ¿Puede contarnos quién es Abelik, más allá de este caso en cuestión?
-Fernando es un pibe de barrio, tiene 29 años, hijo menor de un matrimonio de clase media, trabajadores, y muy queridos en el barrio. Nunca tuvieron problemas con nadie, no son una familia conflictiva, ni mucho menos. Fernando estudió en la Escuela 73, hasta tercero o cuarto grado. Después fue al Instituto Pueyrredón, y la secundaria la hizo en la Escuela Técnica Emilio Mitre, de San Martín. La dejó cuando empezó a trabajar a los 17 años, y ahora la está haciendo en una escuela nocturna, porque la quería terminar. Es un buen tipo, amiguero, tiene el mismo grupo de amigos desde el primario. Es mentira que milita en algún partido, de hecho no le interesa ni la política ni el fútbol. Y claro, no es barra brava de ningún equipo. Su hobby es tocar la batería, siempre le gustó la música. Se dice cualquier cosa, atacaron y le faltaron el respeto también a la familia. Los trataron a todos de ñoquis por trabajar en la Municipalidad. Trabajan ahí, como mucha gente del barrio, que tienen pequeños puestos, bancados con laburo. No son políticos ni gente de plata, ni allegados al intendente (Gabriel Katopodis), ni nada de eso. De hecho, el intendente ni los conocía. El hermano trabaja en el sector de las cámaras de seguridad y están diciendo que por eso las filmaciones no van a aparecer nunca o ya no están. Y en realidad, tardaron el tiempo que tardan siempre, y lo que le sirve a Fernando es que sí estén. Para que se vean las agresiones que “previamente» sufrió la trapito, por parte de Biasutti.
Si bien la penalista Rivero Artus pareciera justificar el accionar de Abelik, aclara con firmeza que “es injustificable la acción de Fernando. No está bien golpear a nadie, y nadie debería dejarse llevar por esas pulsiones. Nadie debería nunca usar la violencia. No es que quiera negar que lo haya hecho o decir que no está mal, no lo justifico. Sólo trato de entender y pensar en el momento límite en el que se gestó lo sucedido”.
“A Fernando nadie lo ha escuchado, no tiene un abogado, pero ya se está diciendo que se van a volver a presentar los “Proyectos de Ley” para sacar a los trapitos de la calle, aunque eso no tenga nada que ver con este caso. A Fernando nadie lo ha escuchado pero el intendente de San Martín ya dijo que sería despedido, sin importar que no fue en el desempeño de sus funciones, que no es ni nunca fue trapito, ni que el hecho de que sea un empleado estatal no sea un agravante. Fernando trabaja en la Municipalidad desde hace 7 años, sin haber tenido nunca un problema”, agregó Artus.
La abogada sostuvo además que “a Fernando nadie lo ha escuchado, sin importar que su versión podría fácilmente ser corroborada. Ya lo han declarado culpable. Y sostengo que ese morbo mediático es lo que más sirve, lo que vende más, y todo esto está atravesado por intereses económicos, mediáticos y políticos”.
-La madre de Fernando dijo en declaraciones radiales: «yo me pongo en el lugar de la otra madre. Pero -cuando se aclare todo- espero que alguno se acuerde de limpiar su nombre y no sigan diciendo barbaridades».
-Y yo lo reafirmo. Los medios te cuentan lo que quieren, te escrachan cuando quieren, cuando lo necesitan, cuando no tienen otra noticia, cuando ya no saben qué hacer con los “famosos trapitos” y se los quieren sacar de encima. Entonces, qué mejor que contarte a vos lo que saben que te va a hacer enojar. Te lo cuentan para que te cuestiones: “podría haber sido yo”. Y entonces iniciar un grito estigmatizante, ese grito pidiendo que se vayan todos los trapitos de la calle. Que sigamos teniendo que dejar el auto por el doble de guita en un estacionamiento. Que no se les vaya a acabar el acto de corrupción. Y que no se le deje nunca de dar de comer a los enormes desarmaderos de autos que pululan en el conurbano bonaerense. Ese es el punto en cuestión, según mi visión de la mediatización de este caso en particular. Repito, no justifico el accionar de Fernando, estuvo mal al reaccionar así.
–Usted apunta entonces a esta suerte de estigmatización del caso.
-Totalmente. Si vos leés Clarín o Infobae, vas a informarte erróneamente que Fernando es “trapito”, y no lo es. Pese a que los diarios así lo aseguren. Mientras tanto, han viralizado su foto, sus datos personales, hasta la dirección de su casa y su número de legajo laboral. Eso no es información, es violencia. Por otro lado, la madre del joven golpeado afirma Fernando “no trabaja en ningún lado” y que “seguro pertenece a una mafia”. Además ella dice que su hijo, un chico “normal”, no trabaja en serio en ningún lado. Es decir, mientras cada uno habla sin saber, repite lo que escuchó o leyó en alguna parte; señala con el dedo y discrimina a los buenos de los malos, y le van arruinando la vida a Fernando. Fernando sigue detenido. Pero parece ser que todo lo que tenga para decir en su defensa, es inútil. Porque desde nuestro punto de vista, Fernando ya es un culpable social.