Carta a nuestros lectores y lectoras
Por primera vez en su historia, y coincidiendo con su “mayoría de edad”, los 18 años, La Pulseada se edita sólo en forma digital. O, como se dice también, “web”.
¿Por qué? Como dice el informe de AReCIA, la organización de revistas culturales independientes de Argentina, formamos parte del 80% de las publicaciones que en virtud del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio no pudo salir a la calle. Es que, aunque hubiésemos querido imprimir, lo que de por sí está representando un costo altísimo en lo económico, la distribución de nuestros ejemplares se volvía un gran problema. Las restricciones a la circulación y los consecuentes cambios de hábitos nos hacían muy difícil encontrarnos y repartir los ejemplares. Eso, sin exponer a nuestros queridos repartidores.
A este problema se suma otro del que ya hablamos en la edición de marzo: como la mayoría de los medios gráficos, nuestro ingreso más importante es la venta de espacios de publicidad. El retraso en la asignación de la pauta y/o algunas deudas acumuladas a nivel municipal, provincial y nacional, aún no solucionado del todo y con diferentes matices en cada negociación, sigue afectando a la producción de la revista. Toda esta situación se movía al compás de la dinámica de la crisis sanitaria por la que atraviesa el país: la extensión de la cuarentena en la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires, donde se produce, imprime y distribuye nuestra revista.
Los que hacemos La Pulseada no nos rendimos: seguimos haciendo periodismo de calidad durante la cuarentena. Así surge este número, del trabajo y los artículos que fuimos publicando en la web. Por ahora, este será nuestro canal de comunicación, hasta que la situación se revierta. Nos leemos y nos encontramos. Seguimos dando La Pulseada.