Nota principal: Los chicos que sobran
El trabajo cooperativo en serio es lo que más celebra Rubén, que en otros depósitos trabajó “de sol a sol para un hombre que tenía que ganar su plata y sus hijos tienen un BMW y una Cherokee. Y nosotros tenemos un R12 y una bici”, compara.
“La Asociación no tiene patrón. Cada uno sabe lo que tiene que hacer. Es todo por igual. Y se divide todo entre todos”, describe Rubén. Se capacitó en triturado de plásticos, tiene 24 años y tres hijos, y fama de ser el parrillero oficial de la Asociación, para cuando hay unos pesos, llega un cumpleaños y pueden “compartir una faldita”.