ORSAI
Revista sin intermediarios
208 páginas
http://orsai.es
Hernán Casciari evoca la breve escena de un goleador que grita eufórico sin ver la bandera alzada: “Tan en orsai, desesperadamente solo”. Con esa metáfora piensa la condición del migrante que se siente lejos del lugar que ama. Se trata de uno de los temas presentes en esta nueva revista, que con un diseño sobrio combina textos sagaces, fotos memorables y buenas ilustraciones –entre ellas, bocetos de Horacio Altuna.
La mayoría de los que escriben son lectores y hacedores de blogs. Pedro Mairal se anima a postular que una generación literaria surgió en torno a ellos. De hecho Orsai fue primero un blog y recién ahora es una revista trimestral. El N°1 se publicó en enero. En tapa no dice quién escribe, ni sobre qué. No necesita convencer a nadie: quienes la compraron, lo hicieron antes de que existiera (confiaron y pagaron por anticipado); los que la bajen, pueden explorarla sin costo. “Ya nadie necesita una revista de papel –editorializa-. Hay Internet y hay Youtube; además los libros no se venden y las revistas literarias no son rentables”. Sin embargo, Orsai vendió 10.080 ejemplares. Su versión impresa pesa poco más de medio kilo. También se consigue en PDF: gratis, sin trucos, completa. Y se devora. Dan ganas de tenerla en papel.
Orsai va desde un análisis sobre del separatismo vasco hasta el relato de un by-pass gástrico, pasando por la historia de un pibe que ahora mismo da la vuelta al mundo en silla de ruedas, y la de un vagabundo que dejó un manuscrito de 15.143 páginas ilustrado con acuarelas y dibujos.
Cada nota tiene una “entrada” y una “sobremesa”. Una y otra llevan el hilo de una revista extensa que no contiene publicidad, y tampoco sumario. Se trata de una aventura editorial: le escapa al copyright y también a las clásicas intermediaciones, ensayando un modelo más acorde a la época. La jugada salió bien. No están solos. No hay bandera roja levantada. Más que Orsai, es un golazo.
Daniel Badenes