Nota principal: Bachilleratos Populares
El bachillerato popular del Galpón de Tolosa y los que tiene el Frente Popular Darío Santillán en la Provincia de Buenos Aires, entre los que se encuentra el Bartolina Sisa de La Plata, integran la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha. Allí se agrupa la mayoría de las bachis del Conurbano, el interior bonaerenses y de la Ciudad de Buenos Aires: Simón Rodríguez, Raíces, Los Troncos y Proyecto Uno en Tigre; 19 de Diciembre, La Esperanza y 1 de Mayo en San Martín; El Cañón y El Galpón en Moreno; Agustín Tosco (Mar del Plata), Roca Negra (Lanús), Carlos Fuentealba (Luján), Almirante Brown, FOL (Claypole), Arbolito (Villa Domínico), Ñanderogá (Vicente López) y Tierra y Libertad (Villa Fiorito), entre otros. También existe la Red de Bachilleratos Populares Comunitarios, que mantiene una postura más radical en cuanto a la autonomía con el Estado y otros bachilleratos sin agrupamientos como los que gestiona el Sindicato de Canillitas de la CGT, que lidera Omar Plaini y en diciembre del año pasado consiguió la oficialización en un acto del que participó el ministro Mario Oporto.
La Dirección General de Cultura y Educación bonaerense oficializó en 2007 a los siete bachilleratos que en ese momento estaban en funcionamiento para que puedan otorgar el título secundario. Luego se hizo lo propio con una decena más. A fin del año pasado, tras una serie de movilizaciones y protestas, la Coordinadora de Bachilleratos logró el compromiso de la Dirección de Educación para la oficialización del resto de los bachis y el pago de los “salarios así como la documentación didáctica y los programas relacionados con las acciones docentes”. Sin embargo, mientras escribimos esta nota, la promesa no se había hecho realidad.
“Cumplimos con todos los trámites y las condiciones para ser aprobados. Lo único que pedimos es que no nos midan como se mide a las empresas con fines de lucro”, asegura Manuela Palma. “No tenemos una disputa con el Estado, pero sí con la educación privada -agrega Anabela Viollaz-. En los bachilleratos del Frente siempre nos definimos como trabajadores de la educación; no nos pensamos como escindidos de la escuela pública. Esa es una discusión que hemos tenido con otras organizaciones que lo piensan solamente como una militancia”.
Roberto Elizalde es uno de ideólogos y referentes de los bachilleratos populares. Es docente e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, doctor en Historia y magíster en Educación. También es uno de los fundadores de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP), una organización que impulsó los bachis y la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha. “Desde que nosotros organizamos la primera escuela popular, la relación con la política pública no fue simple. Por un lado –explica-, la educación popular era vista como una educación no formal y lo que nosotros exigimos a través de movilizaciones y petitorios es la necesidad de que estas escuelas estén incorporadas al sistema educativo. Y vemos un contrasentido que el Estado reconozca nuestro valor académico y el derecho a la acreditación, pero no reconozca los derechos laborales de quienes trabajan allí”.
“El Estado tiene que reconocer la oficialización de los títulos y el salario docente, entre otras cuestiones, porque estos espacios surgen por la necesidad de los barrios”, concluye el docente del Galpón de Tolosa, Pablo Nasti.