Mendigar nunca más. Violar nunca más. Maltratar nunca más. Explotar niños, nunca más. Hambrear una niña, nunca más. Un COMFER, nunca más. La palabra de unos pocos, nunca más. Discriminar, nunca más. Olvidar, nunca más. Hacerse el boludo, nunca más. Cruzar de vereda, nunca más. Cruzarse de brazos, nunca más. La vida con muerte, nunca más. Los patios deshabitados y los barrios enrejados, nunca más. Un mundo inhabitable, nunca más. Utopías en el camino, puntos de partida para entender el mundo y crear otros diversos y habitables: ¡siempre!
A diez años del primer viento, Barriletes se reinventa en los juegos, la radio, la revista, la casa, la vereda, los libros; mundos posibles y revolucionarios, territorios políticos de las preguntas y los hallazgos.
Lo sentimos en sus manos, en sus piecitos, en su redonda panza y su mirada plena. Está naciendo esa posibilidad de crear, de dar vida y empezar otra historia. Está naciendo con nosotros, desde nosotros, desde el compromiso solidario y no desde el discurso. El colectivo Barriletes así lo piensa, aún en medio de la más perenne desigualdad social.
Las calles siguen murmurando las sombras de los sin nada que perder, pero ya las paredes verdes y azules, rojas y violetas mezclan palabras y marionetas que traman la loca aventura de ponerse en la piel del otro. La esquina va mutando y sale el arte de las oportunidades, y la tinta lista para imprimir contextos, miradas, acontecimientos.
Con la fuerza de las utopías: ¡queda tinta, Barriletes, cuánto resta por hacer!