Nuestra revista amiga y compañera Barriletes cumple 10 años y lo festeja con una agenda llena de cálidos abrazos.
Lima desemboca en el océano pacífico, desde lo alto de los cerros se ve la bruma marítima
que recubre la ciudad durante casi 9 meses al año. La garúa, la bruma y la brisa marina
envuelven a los limeños en cierta melancolía que convive con el vértigo de esta ciudad que
tiene alrededor de 8 millones de habitantes. Ayer, el 28 de julio salió un sol tibio y abrigador
acorde con la alegría y esperanza de la gente.
Hace 190 años se declaró la independencia del Perú de la corona española, como parte de
un proyecto épico de liberación de los pueblos de Sudamérica, la voz de José de San Martín
anunció la libertad y soberanía del Perú.
En los últimos 30 años el Perú ha atravesado momentos duros, 20 años de violencia política,
20 años de neoliberalismo desde la década del ’90, una década de autoritarismo bajo el mando
de Alberto Fujimori. Desde el año 2000 el Perú viene bregando por una transición democrática
que nos conduzca a fortalecer la democracia y la ciudadanía. En el año 2006 volvimos a elegir
a Alan García Pérez del partido aprista peruano quien nos gobernó de 1985 a 1990, quien
dejó al Perú en una crisis económica y quien es responsable de numerosas violaciones de
derechos humanos. En los últimos cinco años de gobierno se propuso transmitir la ilusión de
progreso, crecimiento y desarrollo, el cual se ha expresado tan sólo a través de grandes cifras,
sin embargo, en la realidad cotidiana la desigualdad económica y social ha incrementado y el
modelo neoliberal se ha consolidado.
La última campaña electoral significó un gran desafío para la ciudadanía, confrontarse a sí
misma reflexionando acerca de qué país quiere construir y cómo entiende su pasado reciente
de autoritarismo y violencia política. En la segunda vuelta electoral quedaron dos candidatos:
Keiko Fujimori, congresista e hija del dictador Alberto Fujimori, quien fue condenado a 25 años
de prisión por delitos de lesa humanidad, y Ollanta Humala Tasso de la alianza Gana Perú.
La propuesta de Keiko Fujimori principalmente era la de indultar a su padre y continuar con
su proyecto autoritario y conservador. Ollanta Humala, en cambio, presentó una propuesta de
izquierda moderada, intentando alejarse de una imagen castrense.
La ciudadanía reaccionó en todo el Perú ante la postulación de Keiko Fujimori, se crearon
diversos grupos en todo el país como No a Keiko, Mujeres Dignidad, que tuvieron como
objetivo no permitir la impunidad e impedir el retorno del fujimorismo al poder.
La presidencia de Ollanta Humala en gran medida es consecuencia de una gran demanda de
cambio social, que el Perú sea un país sin desigualdad económica, social, cultural. Después
de varios años la Plaza Mayor estuvo totalmente abierta al pueblo, en los últimos cambios de
mando, la plaza se encontraba cerrada y cercada por tanquetas. Alan García, el presidente
saliente, no estuvo presente en la entrega de mando, un acto de cobardía y prepotencia,
en tanto demuestra que no respeta la elección del pueblo peruano, confirmando que nos
considera ciudadanos de segunda clase.
Sin embargo, este 28 de julio salió el sol, la plaza se llenó de alegría, color, música y baile.
Cientos de personas de diferentes lugares del Perú llegaron a celebrar y a ser parte de
esta “gran transformación”, que depende de todos que no sea sólo palabras y promesas.