Nota principal: Salud pública: en estado de abrazo permanente
Juan “Tito” Doldan, jefe de sala de la Maternidad del hospital Gutiérrez de La Plata, es testigo de la política pública en salud, en ese lugar, hace 32 años. En diálogo con La Pulseada en el marco la medida de fuerza que sostiene la Cicop al no obtener soluciones del gobierno provincial por salarios, insumos e infraestructura, sostiene que “ningún gobierno les da importancia a los hospitales”, que esto ocurre hace mucho y que el panorama actual es “catastrófico”.
Departamentos nuevos clausurados por falta de personal de enfermería, canillas con un hilito de agua, techos llovidos, una sala de Pediatría cerrada y compras que se logran “a pulmón, en el día a día, vía caja chica, porque el Ministerio no provee” insumos, son sólo algunos ejemplos. “Estamos trabajando con muchas limitaciones”, asegura, dolido, este médico de 63 años que llegó a la Argentina en 1971 desde Paraguay.
Tito es oriundo de Itá, a 35 km de Asunción. Si se recibió de médico fue, entre otras cosas, gracias a la abuela paterna de Carlitos Cajade: “Viví en su casa —cuenta ahora, con todo cariño—. Pude estudiar gracias a ella, que me cobró dos pesos. Yo vivía en un departamento en 123, 63 y 63 bis, al lado de Anita y don Daniel. Y ella fue conmigo a la recibida, junto a mi madre, que vino”. En el final también estuvieron juntos: “Se murió conmigo en el Gutiérrez la señora Ana”, recuerda.
“Amo a todos los Cajade, a Carlitos y a la zona del Hogar, y me encanta el trabajo que hacen”, manifiesta este apasionado de la salud pública con el corazón partido en tres: su Paraguay, la ciudad que lo adoptó (“soy más argentino que vos”, desafía) y el Gutiérrez: “Ahí me crié. Nací desde lo profesional. El drama es la falta de dar prioridades a salud, educación y seguridad. Son el trípode que anda mal en la Provincia”.
Josefina López Mackenzie