Velociraptors
Argentina, semestral y coleccionable. Así arranca la descripción en las redes sociales de esta publicación, anclada en el Conurbano y distribuida en la Ciudad de Buenos Aires. A través de su sitio web (http://velociraptors.com.ar) se vende y se distribuye también por cualquier punto del país. Su primera bajada informativa dice: “Somos un híbrido entre divulgación científica y cultura pop”. En cada número eligen un tema y lo desarman en partes. Para lograrlo entrevistan a un científico argentino especializado y luego analizan en equipo el impacto de ese tema en la cultura popular: películas, libros, discos, videojuegos, comics, juguetes. Otra curiosidad: el staff lo integran una profesional de la comunicación (especializada en deportes) y profesionales de Letras, de Diseño Visual y de Filosofía. Velociraptors tiene otro rasgo de tremenda originalidad: el humor, que aparece de repente, en el medio de una escritura de rotunda prolijidad, cuando uno se estaba poniendo serio para leer sobre la posible extinción de un insecto. La publicación está llena de chistes con un rasgo de contemporaneidad justo, filoso, inteligente y absurdo. Hasta ahora, los temas de sus primeros cuatro números han sido “dinosaurios”, “delfines”, “Marte” e “insectos sociales”. Cuando se leen algunos de sus números y se conoce su humor, las tapas, de gran calidad, se resignifican. En el quinto número que presentaron en sociedad en noviembre pasado la temática fue la energía nuclear y uno de sus títulos principales fue: “¡A darle átomos!” (nota sobre la radiactividad), un link directo a la serie más popular y pop de todos los tiempos: Los Simpsons.
Facundo Arroyo