Música x derechos humanos
Instituto Espacio para la Memoria
Según el texto que acompaña el booklet, este disco “pretende ser un humilde aporte al trabajo de recuperación llevado a cabo en los ex-centros clandestinos de detención, tortura y exterminio de la ciudad de Buenos Aires y un sentido acto de memoria por los 30 mil compañeros detenidos-desaparecidos”. Una empresa noble, no caben dudas. Sin embargo, buena parte de estas antologías terminan naufragando como símbolos, apenas inventariadas en el haber por la gestión de turno. Por algo será es la excepción, una verdadera lección de ética y de estética. En ese sentido, hay que darles el crédito a los curadores: el Club del Disco y el Área de Música del Centro Cultural de la Cooperación. Con gran lucidez entendieron que el auténtico caudal contracultural de nuestros días pasa por una generación de cantautores rioplatenses que se rebela, sobre todo, contra la dictadura del mercado, los medios masivos y la tecnología. Que si bien tiende su lazo umbilical con el rock, lleva los oídos tierra adentro y hacia Latinoamérica. Artistas como Gabo Ferro, Lisandro Aristimuño, Julieta Rimoldi, Pablo Dacal, Lucio Mantel, Tomi Lebrero, el chileno Gepe o la uruguaya Pata Kramer, que le imprimen vuelo poético y vitalidad al gesto político. Un disco que ya desde el comienzo dispone el terreno de su sentido: “no te pido que te amargues, me estás entendiendo mal –canta Gabo Ferro-. Desembala la memoria que no hay cosa que no sirva, / te va a servir lo amarrado y lo que anda a la deriva”.
Martín E. Graziano