Editado por Oui Oui Records y Costurera Carpintero
En el séptimo disco de estudio del músico de Mataderos lo que sigue habiendo es desafío, disrupción en la prosa. El lenguaje urbano de Ferro lanza frases como “Lo que te da terror te define mejor” (Lo que te da terror), “Traicioná de una vez al dolor” (Soltá) o “Mis buitres volarán” (Mi buitre en este invierno), ataques que renuevan la vida de sus canciones, y no sólo sirven para descubrir al cantor y sus verdades -que de ninguna manera las establece como absolutas- sino también para escuchar la variedad de ritmos folklóricos que hay en la potente garganta nasal de Gabo.
El material cuenta con doce canciones y una invitada especial: Maricel De Mitri, que no canta a la par ni lo sigue con ningún instrumento, sino que baila para el arte de tapa. Con los ojos grandes como los de él, la mujer combate una vez más a la talla estándar que corrompe las portadas de discos masticados por la industria. Gabo lo hace de nuevo -antes fue con una tapa en blanco y un texto teórico-, ya desde la vidriera advierte la incomodidad, la atención. Si bien las canciones están algo más instrumentadas que en los discos anteriores, la intensidad de la producción requiere quietud, complicidad. Diría: “Acercate, concentrate”.
Si alguien se descuida “La aguja…” podría ser un relato desgarrador y certero. Ya sucedió con “Amar, temer, partir” (2008), aquel disco confesional y de ruptura donde parecía que Gabo se esfumaría como cuando un vampiro ve la luz. De todas formas, ese dolor y esas verdades también pueden ser armas de crudos huesos y convertirse en sembradores como pasa en “El enterrador y la muerte” -track que justifica el disco- o desafiar a un gigante como en “Voy a negar el mar”. Referente de la nueva canción urbana, Gabo Ferro nos entrega una fina superficie de metal que aunque duela, sirve; no por nada termina sin voz, con un susurro, ido.
Facundo Arroyo