Independiente
“Tuve la sensación de tener el mundo en las manos… la sensación de sacarme una mochila de piedra” (Sensaciones), canta la banda al promediar el nuevo material y allí se refleja algo de su nuevo estado: vuelven a la independencia, bajan un cambio y son producidos por Tito Fargo, de pasado ricotero y actualidad en Gran Martel.
Luego de “Cuando salga el sol” (2007) y “Despertándonos” (2009), ambos editados por la multinacional Sony/BMG, la banda que se inició en 1997 sigue testaruda y con grandes convicciones en las mismas búsquedas musicales (fusionan el folklore y la música popular de América con cualquier manifestación que se le asemeje en actitud) y también desde sus mensajes (pueblos originarios, el desguace capital y la simpleza cotidiana). Arbolito debe su nombre al indio ranquel que -según cuenta el historiador Osvaldo Bayer- degolló al Coronel Rauch en venganza por el genocidio cometido contra los indios de su comunidad.
Así suenan canciones como “En un cristal” donde lo autóctono y sutil se hacen sentir y “Acá estamos” que en tonos menores y con la esencia andina en el cuero castigado por el sol se manifiestan sólo de manera instrumental. Suena más a un desahogo grupal que a esa furia caracterizada por versiones populares -“El pibe de los astilleros” o “Candombe del mucho palo”- con tiempos punk que acostumbraban a asombrar en vivo. El cóndor los ha visto volver y parece que la chata los llevará por caminos de tierra, por lo pronto parece que Arbolito ha decidido sacarse el saco largo y tocar en musculosa, de tres colores.
Facundo Arroyo