DISCO
“Danza”
Diego Castellani
Edición Independiente
2015
Durante parte del invierno de 2015, el compositor, docente e investigador Diego Castellani encontró en el ardor de la guitarra criolla la manera de escaparle al frío: así –junto a Julio Sleiman como productor (sabido y refinado conocedor cuando de guitarras se trata)- concibió una obra puramente guitarrística que puede entenderse tanto desde una perspectiva clásica –o, mejor dicho, desde un plano concertista- como popular que no ahorra al momento de abrevar en los folclores latinoamericanos: aires de candombe y de zamba, cueca, chacarera, modos de guajira, etc.
Puede pensarse a Danza como si fuera, toda ella, una larga canción: una pequeña introducción (“Danza de los invisibles”), una pieza doble (los preludios y cuecas: “Amanecer” y “La chuequita”), una especie de interludio (“El embrujado), otra breve pieza doble (los “Trópicos”: “Buen día Managua” y “Guajira para el Che”) y la coda (“La calle de los fósforos”). De todas maneras, se puede encontrar en cada una de estas siete piezas a pura bordona –“Músicas para guitarra” sugiere el epíteto hacia la contratapa del disco- lo propio y lo ajeno de cada género: los límites entre uno y otro por momentos son precisos, por otros se desdibujan y la cosa está apenas insinuada: como la edición física misma que lo contiene: un exquisito y artesanal origami escrito en molde tipográfico que puede tomar una y más formas.
En definitiva una danza, como propone el título. O, como sugiere el propio Castellani en un pasaje de esas breves notas que acompañan al disco: “Compuse estas músicas habitando ese lugar fuera del mundo que es el cuerpo”.
Nacho Babino