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“La producción de contenidos audiovisuales es uno de los aspectos donde más se ha crecido. Los medios saben que deberán cumplir con las cuotas exigidas y eso mueve, aunque lento, la industria de la comunicación”, dice la representante sindical Stella Hernández. Desde FeCOOPTV, Piccone destaca que “fueron miles de camarógrafos, iluminadores, actores, guionistas, directores los que se incorporaron a esta inédita tarea”. En efecto, la promoción de nuevos contenidos fue uno de los avances más relevantes de estos años. Se inspira en un artículo de la ley que faculta al Estado para “la promoción y defensa de la industria audiovisual nacional”, impulsando “el desarrollo de la actividad con una orientación federal”. Y apunta a paliar una de las consecuencias de la concentración del escenario mediático: la homogeneización y la marginación de voces.
El impulso a nuevas producciones viene de distintos estamentos del Estado. Por un lado, el Ministerio de Planificación, que trabaja en la implementación de la televisión digital, lanzó un programa de “Polos Audiovisuales Tecnológicos” que articula a las universidades públicas con organizaciones y productores independientes. En 2011 se realizó un Plan Piloto para relevar las capacidades existentes. Se produjeron 180 horas de televisión. Actualmente se desarrolla el segundo plan, denominado “Fábrica de Televisión”, que multiplica la apuesta y que prevé la instalación de veinte Centros de Producción Audiovisual (CEPAs) en el país, con aporte económico del Estado. Uno de los aspectos más novedosos es el rol preponderante que se le dio a las universidades, que ya recibieron autorizaciones de la AFSCA para tener señales de TV.
Además, desde el Consejo Federal de la Televisión Digital Abierta se impulsan producciones como Panorama Argentino, que ya lleva más de un año. “Es un noticiero realmente federal”, destaca Piccone: “Es información hecha desde las provincias, con sus propios periodistas y camarógrafos, y hablando con sus propias tonadas y modismos. Es necesario romper con el esquema monopólico y unitario de la producción de noticias”.
Por otra parte, el ministerio creó el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentinos (BACUA, www.bacua.gov.ar), una red digital de fácil acceso, en la que productores, universidades, cooperativas, organismos públicos y otras organizaciones pueden disponer sus contenidos para que sean distribuidos a los canales de todo el país.
Otro gran impulso a la producción audiovisual lo dieron las líneas de fomento del Instituto Nacional de Cine (INCAA) lanzadas en 2010 para la televisión digital, con una perspectiva federal que propuso “salir del área metropolitana, romper con la mirada porteña que tiene la televisión o, mejor dicho, con la mirada ´palermitana´, porque durante años la televisión nos mostró nada más la idiosincrasia del barrio de Palermo”, según dice Germán Calvi, coordinador de la Unidad de Fomento a la Producción de Contenidos para TV, Internet y Videojuegos del INCAA. Así surgieron programas como “Muñecos del destino”, la serie de títeres tucumanos emitida este año por la Televisión Pública. Se produjeron 1.126 horas de nuevos contenidos audiovisuales, que según Calvi implican 5.000 puestos de trabajo y unos 5 millones de pesos invertidos en equipamiento tecnológico.
Los programas surgidos de los concursos del INCAA -con una continuidad asegurada más allá del rating- renovaron la oferta de ficción en la televisión. Incluso obligaron a los canales tradicionales a volver a producir contenidos más allá de Gran Hermano y Bailando por un sueño. “Telefé, que junto a Clarín monopoliza el 80 por ciento de los contenidos que vemos, produjo Graduados. Yo lo veo como parte de este cambio”, reflexiona Piccone que asegura que “la ley produce un cambio cultural”.
Otras medidas del gobierno avanzan en el mismo sentido. Un decreto reciente asimiló la producción audiovisual a cualquier otra industria, lo que permite incluirla en planes de promoción. A su vez, el Estado sumó al sector audiovisual en sus misiones comerciales internacionales.
En suma, con los planes de fomento del Estado ya se produjeron más de 4000 horas para televisión, incluyendo 67 series de ficción, de las cuales 44 se realizaron en las provincias. En la última MIPCOM –la feria internacional más importante del sector-, en Cannes, la producción argentina más nominada fue Televisión x la inclusión, una de las series financiadas por el INCAA y el Ministerio de Planificación.
“Creo que se avanzó mucho en contenidos y particularmente en contenidos desde el interior del país, con un carácter federal”, sintetiza De Charras y dice que ahora es decisivo generar nuevas pantallas. “Tiene que haber más concursos para más licencias para más actores, especialmente en el sector sin fines de lucro”.