El Manijazo
Independiente
Si se les preguntara, en el apuro muchos dirían que El Manijazo es una banda de tango-ska. No estaría mal, pero clasificar la música que hace esta banda en esa única categoría es una tremenda injusticia. Editado a fines de 2012, Dele rosca —primer disco— es un montón de músicas a la vez: tango, ska, música balcánica, toques de cumbia, aires de milonga. Ese concepto liviano, “world music” (músicas del mundo) inventado por algún gringo no cuaja en esta historia. Por ello vale ensayar otra definición, quizás: un quilombo hermoso de música popular, pegadiza, bailable.
La instrumentación, sobre todo acústica —batería, guitarras criollas, violín, contrabajo, saxo, clarinete, bandoneón y voz— le da una gran riqueza tímbrica. Sin géneros puros circula el viaje musical de esta agrupación y es ahí, entre esos matices, entre esa variedad rítmica, donde se apoya la estirpe tanguera del cantor “Chino” Ayala. Hay historias de desamor, humoradas que hacen del lenguaje timbero una filosofía de vida, relatos chistosos de la cotidianidad urbana en personajes que, por ejemplo, sugieren que “a ese cochecito reggaeton le anda faltando un milongón” y también lecturas de lo que pasa por estos días: “Ni fachos ni machos, justicia por Kosteki y Santillán, por 30.000 desaparecidos, por Julio, por Mariano, por Sandra, basta de impunidad, por la unión de nuestros pueblos, la recuperación de nuestras empresas, pregonamos en contra del gatillo fácil y a favor de que los pibes tengan derecho a jugar, che!” cantan en Las 39.
Ya lo dicen ellos mismos en una de sus canciones: mientras se viene el fin de mundo ellos en el barrio arman la kermes.
Nacho Babino