El domingo 14 de julio fue un día de emoción y reencuentro en el Hogar. Pudo venir a visitarnos por primera vez en su larga, esforzada e increíble recuperación nuestra querida Mailén, que el 7 de febrero pasado cuando jugaba con una amiga frente a su casa de barrio Aeropuerto recibió una terrible descarga de un poste de luz electrificado.
Los médicos al principio habían estimado que nunca iba a volver a hablar, a comer, a reírse, a recordar, a reconocer ni a caminar después de haber tocado ese poste que los vecinos lo habían denunciado varias veces . Pero ella no les hizo caso. Volvió, habló hasta por los codos, se rió todo el día, preguntó por todos los chicos y educadores, se almorzó un buen plato de fideos con carne y nos contó a todos que al día siguiente, lunes, empezaba con la escuela y una rehabilitación en APRILP para volver a caminar.
No alcanzan las palabras de agradecimiento para la gente del hospital de Niños Sor María Ludovica y del San Lucas, donde Mailén se repone los últimos meses. Y sobre todo, para Carlitos, que desde el cielo nos sigue cuidando y regalando milagros.