Tras un encuentro en el que participaron unas 50 organizaciones, emitieron un pronunciamiento en el que exigen la declaración de la emergencia alimentaria ante la dramática situación social que vive el país.
Luego de un encuentro en la emblemática Iglesia de la Santa Cruz, en la Ciudad de Buenos Aires, las organizaciones de lxs Chicxs del Pueblo difundieron un pronunciamiento en el que vuelven a retomar la bandera de «El Hambre es un Crimen».
La histórica consigna recorrió el país en los años 90, con el neoliberalismo en el poder. Hoy, las organizaciones señalan que encuentran en un escenario similar. «El gobierno de Mauricio Macri deja tras su paso desocupación, ajuste y pobreza. Alimentarse se ha convertido en un privilegio. El aumento indiscriminado del precio de los alimentos afecta sobre todo a niños y niñas y compromete su futuro» señala el comunicado.
Del encuentro participaron alrededor de 50 organizaciones que trabajan con niñez y la idea fue «tener una agenda de trabajo porque la tragedia otra vez se ha instalado otra vez en nuestra sociedad, igual que en la post dictadura, en los primeros años de la década del 80″ explicó a La Pulseada Radio, Claudia Bernazza. «En la primera democracia, el Movimiento Chicos del Pueblo salió con un grito que fue ‘el hambre es un crimen’ y ese grito hay que hacerlo sentir nuevamente» agregó.
La ex diputada y referente de niñez exigió al gobierno que declare la emergencia alimentaria «para que el Estado agilice los trámites para llegar con programas alimentarios a todas las familias y a todos los barrios». «Hay que desenganchar el precio de los alimentos de la especulación financiera y del dólar, y ese desenganche en un país productor de alimentos tiene que ser ya porque las familias no pueden acceder a alimentos de calidad» completó.
Para la dirigente el gobierno ha implementado un plan sistemático exitoso porque creen que la mitad de la población sobra: «ha sido un plan de saqueo a través de la especulación financiera».
Ante tanto dolor, dijo que la esperanza es que «hay una generación formada al calor de la militancia política, con dirigentes políticos populares como Néstor y Cristina, que los alentaron a participar en la política».
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