Jean Jacques Pierre Paul (foto) nació en Jacmel, pero lleva ocho años en Chile. Es un migrante haitiano atípico porque llegó antes que la mayoría de sus compatriotas, porque viene de Cuba, donde estudió medicina, y porque es poeta. Atiende todos los días en un hospital de Estación Central en Santiago, al que viaja desde su hogar en el pueblo costeño de Las Cruces.
A Jean Jacques le preocupa el presente de sus compatriotas y cree que el Estado chileno no está haciendo lo necesario para enfrentar el problema. “Este año se presentó una ley de migración que pone el foco sólo en cerrar fronteras y poner mayores exigencias, pero no se hace cargo del tremendo abuso que están sufriendo los migrantes en Chile. Si sólo pones más controles, lo que pasa es que aumenta la migración ilegal, mira lo que pasa en Estados Unidos”.
–¿De qué tipo de abusos hablamos?
–Los haitianos tenemos una cultura de la confianza, muy distinta a la del resto del mundo. Acá en Chile, me imagino que en Argentina es lo mismo, hablan de la “viveza”, que es aprovecharse del otro. Los haitianos no entendemos esa “viveza”. He sabido de compatriotas a los que los asaltó el taxista que los llevaba desde el aeropuerto a la ciudad, imagínate, durante su primera interacción en un país que no conocen y lo pierden todo. Esa es gente que al día siguiente va a estar durmiendo en la calle. Y así, todo tipo de cosas, contratos falsos de arriendo, abusos en el trabajo, cobros excesivos… no se puede construir una sociedad así.
–Chile mandó a más de 12 mil soldados a Haití, durante los 13 años de ocupación de la Minustah ¿Cómo influye esto en la migración?
–Bueno, en que los haitianos se enteraron de Chile y quisieron venir. Los propios militares trajeron a gente para acá. Antes la migración era hacia Estados Unidos o Francia, pero después se volvió más sencillo llegar hasta acá. Ahora bien, esa ocupación militar nunca fue necesaria. Yo creo que fue una decisión en la que Chile, al igual que todos los países latinoamericanos que participaron, no pudo decir que no y terminó cometiendo un gran error, porque su presencia sólo tenía fines políticos. Nosotros sí necesitábamos aprender de la experiencia de Chile en otro sentido: agricultura, minería, educación o quizás en la formación de policías. Pero no con una ocupación.
Tras la muerte de Joane Florvil, Pierre-Paul publicó un poema con el que intentó sacarse la indignación y la pena. Fue ampliamente viralizado y se convirtió, fugazmente, en la voz de los haitianos y haitianas que luchan contra la indiferencia lejos de su isla.
–Dices en tu poema que Joane no entendió el sueño chileno ¿A qué te refieres?
–Bueno, mi situación es bastante diferente porque yo venía sabiendo español y con un título de médico. Aun así me costó entender el sueño de este país. Porque el sueño cubano lo entiendo. Si me hablan del sueño americano, lo entiendo. Pero acá hay una ambigüedad que me cuesta entender entre desprecio y orgullo por lo propio. Llegué a la conclusión de que el sueño del chileno no es ser chileno, sino otra cosa, entonces busca su raíz donde no está. Cuando llegaron muchos alemanes al sur, venían a “mejorar la raza”. Pero bueno, no es algo sólo de Chile, sino de toda Latinoamérica. Es el resultado de siglos de dominación silenciosa y da las colonizaciones de las mentes.
POEMA
¿Por qué nadie es Joane Florvil?
Nadie quiere ser el blanco de su propio destino
Nadie va a querer
Levantarse todos los días
Con las cicatrices del mundo en la frente
Te mataron Joane Florvil
Todos los días
En todas partes
Cuando te mataron en África
Dijeron que era por costumbre
Cuando te mataron en Estados Unidos
Dijeron que era por autodefensa
Cuando te mataron en Chile
Dijeron que es por ser una mala madre
Lo cierto es que todos ganan con tu muerte
Pagan a algunos para acusarte
Pagan a otros para arrestarte
Pagan a otros para dar la noticia en los medios de dominación
Un grupito de indignados intentan
hacerte entrar en la memoria colectiva
Pero llorar diciendo tu nombre no sirve para nada
Pedirte perdón tampoco
¿Cómo es posible vivir en medio de tanta oscuridad?
¿Cómo es posible vivir en una ciudad sin poesía
sin espejos, sin abrazos, sin Joane Florvil?
Soy uno de los cobardes
Que no querían entenderte defenderte
Lo único que se me ocurre ahora es llorar
y escribir este poema para decirte
Que siento mucha vergüenza
de ser parte de la humanidad que te mató
En una ciudad llena de cobardes pretenciosos
Teníamos la oportunidad de amarte
Teníamos la oportunidad de hacer
Con tu mirada un bello nido de pájaros
(Vivir es la belleza de existir)
No alcanzaste a coleccionar suficientes primaveras
A contar todas las piedras que te hemos lanzado
No alcanzaste a entender el sueño chileno
Te matamos todos Joane Florvil
Por el color de tus ojos
Porque tu acento no es inglés, francés ni berlinés
Ahora no sabemos qué decir a tu hija
Te matamos porque es peligroso ser Joane Florvil
En tiempos de elecciones
Pero algo pudiste enseñarnos
Tu corto viaje dejó una lección
Que pronto será olvidada:
Lo único digno de amar en un ser humano
Es lo que le hace diferente de los demás
Vivir no es urgente
Amar sí
Jean Jacques Pierre Paul