Con más de ochenta invitados festejamos el mes pasado los quince abriles de Rosa Loza, una de las adolescentes del Hogar. Entre sánguches de miga, pizzas y las delicias a las que nos acostumbraron los muchachos de la panadería, todos quedamos más que satisfechos porque además de bailar, disfrutar y festejar, recibimos la visita de más de veinte familiares de Rosa. Las paredes del Salón de Usos Múltiples fueron pintadas para la ocasión en un violeta clarito, a tono con los souvenirs y manteles. La mano de obra calificada fue dirigida por José, o «el Gula» como todos lo conocen. Su esposa Graciela se encargó de tooodos los detalles para que Rosi pase una noche inolvidable donde no faltaron el vals, la torta con sorpresas y el impecable vestido largo. Los educadores que viven con la cumpleañera se prepararon varios meses para que todo salga diez puntos y así fue. Vayan entonces las felicitaciones para quienes comparten el amor, el esmero y el sacrificio con los peques del Hogar.