La Justicia penal estableció que la Municipalidad de La Plata no tuvo plan de contigencia para atender a las víctimas del temporal que dejó 89 muertes. Aunque sólo el responsable de Defensa Civil fue condenado. Cómo sigue el reclamo judicial por la peor tragedia climática de la historia en la región.
Por Francisco Martínez
Fotos Gabriela Hernández
Subnota > “Hay una sensación de vacío”
Era un final esperado hasta para el más desprevenido: el expediente que llegó a juicio en el Juzgado Correccional N°4, a cargo de Claudia Elizabeth Greco, no tenía mucho más que una imputación a dos funcionarios de Defensa Civil: el responsable de la Delegación La Plata, Sergio Ariel Lezana, y el de la Provincia, Miguel Ángel Di Lorenzo que no llegó al juicio porque falleció el año pasado.
En la movilización al Fuero Penal, las organizaciones y querellantes esperaban visibilizar un reclamo que ya lleva seis años y que no ha logrado, por ahora, llegar a mayores responsabilidades políticas en ese ámbito. Un funcionario de menor rango, Lezana, aparecía el 6 de marzo en el banquillo como el único acusado de una tragedia que por la desorganización del Estado dejó 89 muertos después de una lluvia descomunal. Esa es la cifra oficialmente admitida. Fueron sólo dos audiencias, ya que la defensa de Lezana arregló la pena con el fiscal Jorge Paolini en un juicio abreviado. No hubo testigos, ni reproducción de pericias, ni careos, ni alegatos.
La Justicia Penal de La Plata, finalmente, dio este tibio final a uno de los tantos expedientes que tramitan por la tragedia. ¿Es el final del reclamo judicial? No, pero la sensación es que el tiempo pasa, y es un condicionante para el reclamo sobre esas responsabilidades políticas.
El fallo de Greco no es más que el análisis acotado de lo que sucedió entre el 2 y del 3 de abril de 2013, cuando después de horas de lluvia torrencial gran parte de la ciudad quedó a oscuras, sin comunicaciones móviles y con barrios que llegaron a tener hasta dos metros de agua.
En ese caos, no hubo una respuesta del Estado y ahora en el fallo de la Justicia se dijo: “Quien se encontraba a cargo de la Dirección Municipal de Defensa Civil omitió ejecutar las funciones que por imperio legal debía cumplir”. Así, Lezana, resultó condenado por omisión de los deberes de funcionario público con una multa de 12.500 pesos e inhabilitación especial para desempeñar cargos públicos por un año.
La sentencia desgrana testimonios de empleados que contaron cómo eran las rutinas en Defensa Civil: las alertas meteorológicas, por ejemplo, se recibían por correo electrónico o por teléfono. Una vez advertido de la inminencia de una lluvia intensa, el Municipio alertaba a las Delegaciones, que debían organizar los centros de evacuados.
“El director Lezana recibía vía mail los alertas”, dijo uno de los empleados. Y luego era quien bajaba la orden a las estructuras menores del Estado municipal. “Los delegados y el personal de Defensa Civil tenían los números de teléfonos de los referentes de cada centro de evacuados para poder ubicarlos en caso de tener que abrirlo”, completó. Sin embargo, esa noche “se abrieron centros que no estaban previstos porque algunos de los que tenían previstos quedaron bajo el agua”. Este mismo empleado, que admitió que ingresó a Defensa Civil sin tener ningún conocimiento de rescatismo o manejo de emergencias, aunque una vez en funciones recibió cursos, dijo respecto de Lezana que “no tenía idea” si estaba capacitado o no en la materia.
La sentencia determinó también que el Comité Operativo de Emergencia Municipal (COEM) estaba integrado por todos los que se desempeñaban en Defensa Civil, y el superior de esta dependencia era el entonces jefe de Gabinete Santiago Martorelli. En total, eran 13 personas y 10 de ellas empleados que se rotaban en tres turnos diarios de 8 horas. El 2 de abril de 2013 no había voluntarios, salvo algún bombero que colaboraba espontáneamente. En los turnos había dos empleados para atender emergencias de todo el distrito.
La jueza Greco también tuvo en cuenta el dictamen de expertos de Hidráulica de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que halló como causa madre de la inundación esa lluvia “estadísticamente extraordinaria”, pero como explicación para tantas pérdidas humanas mencionó la “caótica, tardía e insuficiente” respuesta estatal. Esa pericia estableció también que “las acciones de evacuación se desarrollaron caóticamente, mayoritariamente por medios propios y con un grado importante de desconocimiento por parte de la población de la ubicación de las zonas de mayor o menor riesgo de inundación”.
Un estudio del Colegio de Trabajadores Sociales determinó que en el 96,83% de los casos la evacuación fue realizada por la sociedad civil, y sólo en el 3,17% restante participaron las fuerzas del Estado. Para el abogado Eduardo Montané López, querellante en la causa, esa pericia fue, sin embargo, un “dique de contención” para avanzar en responsabilidades políticas y el gran error fue no haberla contradicho (ver “Hay una sensación de vacío”).
De acuerdo a lo que se desprende del fallo, para la jueza se pudieron establecer las siguientes cuestiones:
- “No existía al momento de la inundación un Plan de Emergencia Civil Municipal que indicara las medidas que debían adoptarse para afrontar emergencias previsibiles de origen natural o accidental”.
- “Tampoco se contaba con un sistema de alerta temprana para la ciudad de La Plata que el Plan Provincial Estratégico de Manejo de Inundaciones enumera como una de las tareas prioritarias de actuación por parte de los municipios en caso de inundaciones”.
- “En la madrugada del día 2 de abril de 2013, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un ‘Aviso de corto plazo’ el que fue comunicado por los medios habituales al enlace municipal, sin que los empleados de la Defensa Civil ni los Delegados Comunales hubieran tomado conocimiento de dicho aviso”.
- “No se organizó el enrolamiento y registro de voluntarios a quienes convocar ante una emergencia”.
- “Se omitió una previsión para la evacuación de la población en casos de emergencia. La Dirección de Defensa Civil no contaba con los recursos materiales para hacer frente a las evacuaciones y rescate de personas ni tampoco se previó una reserva de elementos en los depósitos”.
- “Se omitió por parte de Defensa Civil municipal brindar la información y/o difusión sobre la existencia de Centros de Evacuados”.
Móviles rotos, botes prestados
En el expediente, uno de los empleados de Defensa Civil contó que la Municipalidad de La Plata, la capital de la Provincia con más de 650 mil habitantes, tenía «dós móviles, una camioneta Chevrolet Lux y una Traffic». Sin embargo, el primero de los vehículos no pudo ser retirado porque «cuando la quisieron sacar estaba todo inundado», mientras que el segundo estaba «roto».
En cuanto a las herramientas, había «dos sogas, dos cuellos, dos palas y dos camillas”. Otro empleado agregó “motosierras”, y respecto de los botes, había también dos: uno estaba en la Delegación Villa Elisa y otro era del cuartel de bomberos de Villa Elvira pero «el día de la inundación estaba en La Matanza». Los chalecos salvavidas, en tanto, estaban en los botes.
Las partidas presupuestarias para Defensa Civil, en tanto, estaban destinadas mayormente al pago del personal, arriba de un 90%. En los años previos a la inundación, pese a que en esa época la inflación rondaba el 30% anual, eran prácticamente las mismas o algo menores. En 2010, fue de $418.419; 2011, $662.958; 2012, $549.089 (un descenso del 17%) y en 2013, se asignó apenas un 10% más que el año anterior: $581.524.
De noche, no se miraba el mail
Uno de los testimonios recogidos en la causa es el de una empleada de la Dirección de Defensa Civil que contó, al igual que otros, que las alertas meteorológicas se recibían por mail. Sin embargo, especificó que no había guardias nocturnas que se hicieran en la oficina, ya que se realizaban en forma telefónica.
En la expediente, además, quedó acreditado que el Servicio Meteorológico Nacional emitió un correo electrónico con el Aviso de Corto Plazo que fue recibido en la casilla de correo del entonces jefe de Gabinete, Santiago Martorelli, el 2 de abril a las 3.51 AM.
La pregunta cae de maduro: ¿si se avisaba el alerta meteorológico por mail y nadie estaba en la oficina, cómo se enteraba el municipio? La empleada dijo que “de noche no se enteraban de la existencia de una alerta meteorológica salvo que los llamaran por teléfono del COEM (Comité de Emergencia Municipal). Interrogada sobre la noche del 2 de abril, la empleada dijo que el mail que recibió a la mañana decía “posibles tormentas, pero no era un alerta”. En esa situación, dijo la empleada, antes de dejar la guardia verificó el mail y como no había ninguna alerta, se fue a su casa.
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