Editorial Turkestán
72 páginas
Los responsables de la editorial Turkestán no se andan con vueltas: leyeron el cuento “Confín” y lo llamaron a Duizeide para armar algo, lo que sea. Así quedó estructurada esta antología con seis cuentos más que ya fueron publicados anteriormente en otras ediciones y libros. Siempre destacando la prosa del escritor y periodista, el mundo lindero de este trabajo navega por espacios en donde el autor ha sabido construir su propio río, con brazos que conectan, además, algunas otras breves historias que se congelan en escenas perdidas de un cotidiano simple y detallista.
Hay en estos seis cuentos restantes una pista clara para descubrir esa “literatura de a bordo” que tanto define al kayakista solitario: un crol a la mandíbula del rugbier en “Odio los sábados”, la playa y una niñera en “Sicigia”, un sabio de la escritura en “Confusión en la academia”, el primer amor y los vuelos de la muerte en “Los grandes secretos”, una escena hippie en “Estaciones” y un llamado al teléfono inexistente en “De los mares reales”. Juntada de la cual también podría salir una “literatura de a bardo”.
Pero “Confín” fue la excusa de la nueva publicación y J.B. escribe en un pasaje de esta ficción: “Inventan pavadas, cuentos”, ironía que quizás aparezca en sintonía con el texto que lo define en la contratapa. Siendo el más extenso de toda la antología, construye la historia con un lenguaje rural, adaptado en un niño mayor. Las acciones de esta historia impulsan para que Fran Brón, el payaso más grande del mundo, desembuche un secreto, el más trascendental de todos.
Facundo Arroyo