Claudia Pineiro, 2011
Alfaguara
Hace diez años nació un nuevo género policial nacional: el crimen del country. Nadie hubiera imaginado que en ese micromundo de elite, la violencia saldría debajo de las alfombras. Sin embargo, dos de los casos más misteriosos en la historia del homicidio contemporáneo, han ocurrido en esa tierra de familias acomodadas, cámaras de seguridad por doquier y lejanía urbana: María Marta García Belsunce (octubre de 2002) y Nora Dalmasso (noviembre de 2006). Tramas complejas de asesinos ocultos detrás de un denso paisaje de encubrimientos y pactos de silencio. Un olor a podrido que siempre llega hasta los altos mandos del poder. De todo ese laberinto de enigmas, salidas en falso y pistas cruzadas, la escritora Claudia Piñeiro nutre su intensa literatura, hecha de personajes y climas que ella misma, como hacedora casi exclusiva, inventó para el nuevo género policial. Su última novela, Betibú, es un fresco de suspenso sobre la sociedad. Pineiro, narradora ágil y atrapante, describe a La Maravillosa, el country testigo de dos crímenes célebres, como un territorio sitiado por un ejército de empleados domésticos, complicidades en riesgo y un clima siniestro, que sospecha de todo el mundo antes que se demuestre lo contrario. Y el periodismo ocupa un lugar central, con un trío de investigadores inolvidable: es desde la sección policiales del Diario El Tribuno, donde la escritora Nurit Iscar, alias Betibú, es enviada a la escena del crimen para narrar picantes informes acompañada de amigas íntimas y un dúo tan notable como imperfecto, compuesto por el experimentado Jaime Brena y un pibe que está haciendo las primeras armas en la redacción. “Si uno no puede hacer justicia, por lo menos que se sepa la verdad”, parafrasea Piñeiro a Rodolfo Walsh. Novela intrigante, que reflexiona sobre las verdades ocultas, el rol del periodismo actual y una endogamia social estallada a mil pedazos, cuando los privilegios se tiñen de rojo sangre.
Juan Manuel Mannarino