Nota principal: Todos los días es 7D
Si bien habitualmente se la nombra como “la ley de medios”, la norma conquistada en 2009 está referida a los servicios de comunicación audiovisual. No tiene atribuciones sobre los medios gráficos y de Internet, que no utilizan el espacio radioeléctrico que –por su finitud- necesariamente tiene que ser regulado.
Sin embargo, los medios gráficos también padecen las injusticias de un mercado concentrado, en el que los principales grupos económicos siempre han tenido un acceso privilegiado al papel y con empresas satélites controlan los mecanismos de distribución.
Por eso, desde el año pasado la Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina (AReCIA) –espacio que La Pulseada comparte con Mu, La Garganta Poderosa, Barcelona, NAN, Crisis, THC y platenses como Mascaró y Estructura Mental a las Estrellas, entre más de 300 publicaciones- está impulsando una “Ley de Fomento para la Producción Autogestiva de Comunicación Social por Medios Gráficos y de Internet”. El proyecto apunta a un tratamiento impositivo más favorable, crea un fondo de fomento para proyectos de edición cultural independiente, facilita el acceso al crédito y propone que el Estado compre y difunda parte de la tirada de estas publicaciones.
En busca de aliados y adherentes, durante los últimos meses se desarrollaron múltiples actividades –“agites” frente al Congreso, charlas en universidades, etcétera- para difundir, discutir y construir consenso sobre el proyecto. El espíritu quedó claro en la asamblea de editores independientes que se realizó en octubre pasado en la Manzana de las Luces. “La comunicación es un derecho y un deseo porque cada revista, cada editor, cada persona carga con una voz irremplazable e imparable -fue una de las definiciones que se plasmaron en una declaración conjunta-. En la actualidad, existe una minoría, 40 grandes firmas, que publican 450 títulos. Y una mayoría, más de 200 publicaciones autogestivas de todo el país, que representa una diversidad cultural y federal. La bipolaridad feroz que hoy reina en el campo comunicacional argentino divide a un periodismo ´independiente´ del Gobierno de otro ´independiente´ de los ´monopolios´. Nosotros, sin embargo, trabajamos por un periodismo independiente de gobiernos y monopolios, y pendiente de sus lectores, compañeros, militantes barriales, artistas, trabajadores, vecinos”. Si la ley de fomento prospera, será una conquista colectiva de estas revistas que se juntaron para compartir en lugar de competir: “Una publicación sola se arriesga a perder la pulseada en el juego mafioso del mercado, porque la competencia pertenece a un paradigma que queremos dejar atrás y porque somos muchos los que queremos que la comunicación vuelva a ser una herramienta de cambio social mientras nos ganamos la vida trabajando por ello”.
