La jornada empezó con el Pili de La Grieta subido a una escalera, acomodando cables y colgando el proyector. Con empanadas esperando pacientes cerca del horno y cervezas recién llegadas a la heladera. Un mate lavado y frío acompañó los preparativos iniciales cerca de las 6 de la tarde. El sonidista acomodó lo suyo, nosotros lo nuestro y para las 20 ya todo quedó listo. El viernes 15 de octubre, nos juntamos en el Galpón de Encomiendas y Equipajes de La Grieta a recordar al fundador de La Pulseada, Carlitos Cajade. Nos propusimos hacerlo con alegría y así fue. Un periodista de esta revista suele decir que para calcular la cantidad de gente hay que contar las piernas y dividirlas por dos. Nos costó la cuenta, pero no hay dudas que éramos muchos para estar junto al Cura, a cinco años de su partida. Allí estuvieron sus amigos, hermanos, sobrinos, educadores, los pibes y pibas de su Obra y entre muchos otros, Rosa Bru, Néstor Busso del Foro Argentino de Radios Comunitarias y Gabriela Hernández, nuestra amiga fotógrafa que capturó las imágenes que hay en esta página. Comimos, bebimos, hablamos, nos emocionamos. Aplaudimos los videos que vinieron de regalo con la revista de octubre, escuchamos a Marcelo y Mariano, que tomaron el micrófono para contar lo que sienten los chicos de Cajade y después hizo lo suyo Fernando, coordinador de la Granja del Hogar. «Yo siempre quise tocar para la Obra de Cajade», dijo Ely Quirino mientras subía al escenario a cumplir su deseo. También se presentó Jonathan, el vendedor que La Pulseada tiene el orgullo de tener en Magdalena, que junto a Andrés, nos cantaron a todos con el alma. Después llegó el turno de El Engrupe, «agrupación musical de impronta rioplatense». La jornada finalizó bien tarde en la noche. Con unos tambores candomberos resistiendo, una heladera casi vacía, un horno cansado.
Por los adoquines de la calle 71, nos fuimos siguiendo una huella.