La Liga Infantil de La Plata es precursora en incorporar torneos de niñas y la de Berisso y Ensenada abrió el camino para los “mixtos”. También es un ejemplo la Liga Amateur platense que en tres temporadas juntó 46 equipos femeninos y este año salta a cancha de once. Una mirada hacia un fenómeno que avanza derribando viejos prejuicios.
Por Gabriel “Colo” López
Fotos Gabriela Hernández
La mayoría lo hace por placer o porque les gusta el deporte. Algunas porque buscan un lugar en el mundo de las relaciones sociales más saludables. Otras como una válvula de escape fuera de las paredes de una empresa. Y a un grupo muy numeroso ya se las puede llamar futbolistas por sus participaciones en clubes que forman parte de AFA, por su presencia en torneos internacionales y hasta por los espacios conquistados en el arbitraje.
Este año se volverá a incrementar el número de fichajes en las ligas de un deporte que tradicionalmente fue de “machos para machos” pero que en los últimos años se tornó en un fenómeno femenino que late con una pasión particular en La Plata.
A nivel semiprofesional se juega oficialmente desde 1991. Cuanto más alto se llega y más peso histórico tiene la institución a la que se representa, más chance de crecer hay. Aunque el público escasee, en AFA se ven partidos tan parejos como luchados. Crónica TV transmite uno cada domingo. Boca tiene 23 vueltas olímpicas, seguido por River, que campeonó 11 veces.
El avance en la región
Quiso el destino que la que fuera la primera liga infantil para varones (LIFIPA) –fundada a fines de 1976– también sea pionera en incorporar a las nenas. La integran 14 clubes y cada uno tiene siete categorías. La cuenta es sencilla entonces: cada fin de semana salen a la cancha 84 equipos femeninos.
En noviembre último esta liga tuvo el honor de participar en un torneo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), un certamen piloto llamado “Liga de Desarrollo”, que sigue las directivas de los jerarcas de la FIFA para que “la mujer empiece a crecer en todos los roles dentro del fútbol asociado”.
En Ensenada y en Berisso, una liga como LAFIR consiguió un gran éxito desde lo reglamentario, gracias a lo cual las niñas comparten cancha con los niños. Lo inició el Centro Recreativo Villa Argüello. Lo imitaron en Villa Zula, Gimnasista de Berisso y Social Punta Lara. Además, La Pulseada pudo detectar otras historias en la Liga Cuenca del Salado, donde juegan las pequeñas Abril Arrascaete (en Lezama FC) y Tatiana Perez (en Estrella de Jeppener), quienes viven la experiencia en un desafío oficial de fútbol masculino.
“En el reglamento no se habla de jugadores mujeres o varones, sino que está escrito ‘ju-ga-do-res’”, afirmó el periodista chascomunense Aníbal Gómez.
En Coronel Brandsen, con la camiseta de El Indio, y con sólo 14 años, pisa la pelota como una diosa, Guadalupe Montenegro. La diferencia respecto a las ya nombradas es que ella integra la Primera. “Antes de recibir, ya sabe lo que tiene que hacer”, dicen de esta delantera a la que ya probaron en All Boys.
Fútbol 5 y arrabalero
En dimensiones reducidas se aprende mejor la técnica. Sea en sintético, parquet o en gramilla. La región tuvo su furor en torneos de fútbol 5 como “El Único”, con base en 72 y 161, Los Hornos.
En canchas para equipos de 5 jugadoras nacieron “Las Cachorras”, en la intimidad de un hogar sobre la Ruta 11, en uno de los contornos berissenses. Cinco hermanas a las que les tocó un papá que no se quedó con la espina y dedicó su tiempo a enseñarle a patear la número 5 a sus doncellas. Don Edgardo Martoni y su mujer Ana llegaron a jugar en Santa Fe, con un tercer puesto y momentos imborrables que marcaron a Sabrina, Melina, Eliana, Paola y Ana Laura, nacidas en el ’85, ‘90, ´92, ´94 y ´97. También participa una sobrina, Daiana.
La Amateur pegó el estirón
La Liga Amateur Platense (LAPF) rige sus propios torneos de fútbol femenino en las canchas de siete (las mismas donde corren los niños) y, luego de tres temporadas de experiencia, 2018 trae la novedad del salto a la cancha de dimensiones profesionales.
El último año Nueva Alianza ganó en Reserva y Primera (el Apertura) y la UNLP metió doblete (en el Clausura). Estas jóvenes, estudiantes o ya recibidas en distintas carreras, tomaron el nombre del Club Tricolores y en la cancha plasmaron la experiencia de sus numerosas pruebas en competencias interuniversitarias.
Existen 46 equipos en la Liga Amateur, entre la A y la B. A pesar de que siempre atrapa el hecho de ascender, los ideales son de autosuperación. Y de ganar en otros aspectos. Guadalupe Bar bagallo, arquera de ADIP, se ofreció a integrar la subcomisión de fútbol femenino de la LAPF, que trabaja con la ley de Derecho de Formación y afirma: “En 2009, ayer nomás, nos costaba juntar diez, pero en las dos últimas temporadas tuvo un crecimiento impresionante”.
Romina París, entusiasta e innovadora, es la coordinadora de Asociación Brandsen. Dirige una escuelita de niñas en edades tempranas, busca refuerzos competitivos y cruzó a Capital para colaborar por otros. Ya integra la Asociación Femenina Argentina (AFAR), con Evangelina Cabrera, y ayuda en una competencia en las playas top del verano, con el “Pink Soccer de la revista Caras”.
Roce universitario
Paula Pebacini es una adolescente criada en Gonnet que está en Estados Unidos desde enero de 2015. Con 21 años juega en la Universidad Cristiana del Sudoeste, de Oklahoma, donde la becaron para jugar y estudiar. Llegó al país del Norte tras una prueba que unos empresarios realizaron en 2004. Pese a que con 15 años había quedado al margen de un lugar en Estudiantes y en River, nunca se frustró. Se fue al hockey de Santa Bárbara mientras siguió en un equipo futbolero de su barrio, Huracán de Gonnet. También espera tener un trabajo formal, mientras se gana un dinero extra como referí de fútbol.
En nuestras pampas, hubo una experiencia inédita en agosto pasado, cuando en Taiwán tres pibas del Pincha vistieron la camiseta de la Selección Argentina Universitaria: Camila Uzqueda, Priscila Carreño y Milagros Oliver (quien llegó de Pinamar para estudiar Educación Física). Sólo podían jugar quienes son alumnas regulares. El notable esfuerzo se chocó con potencias, como las anfitrionas de China Taipei y Estados Unidos, países donde los días de partido tienen las faltas justificadas.
Así vienen en todo el mundo
México, Colombia y Venezuela crearon ligas profesionales femeninas. Un campeonato en el país del mejor café tuvo una final con 43 mil espectadores.
En Noruega habrá equivalencias en el salario y los hombres cedieron parte de sus ganancias por los derechos comerciales. Dinamarca e Inglaterra están cerca de imitarlo. España cuenta con una liga modelo como la “Iberdrola”, pero curiosamente el Real Madrid no presenta equipo.
La evolución se viene dando en distintas latitudes, y la paraguaya Lorena Soto –ex jugadora y referentes en Latinoamérica– ya advirtió que “los clubes masculinos que no tengan el femenino no podrán participar en las competencias internacionales”.
La Copa Libertadores es otro epicentro muy importante. El año pasado tuvo sede en Asunción del Paraguay, con el Audax Corintihians de Brasil en la cúspide y con la representación de River como las “reinas” de la Argentina, con una número 10 oriunda de La Plata, Justina Morcillo.
Las semiprofesionales
En los torneos de AFA el nivel es de alta competencia, tanto física como técnicamente. Todas demuestran cualidades para trasladar, enganchar, frenar y cambiar de frente, o parar el balón de pecho para empezar una jugada.
A la jugadoras que les va muy bien les puede llegar el momento de firmar algún contrato en el exterior, como le pasó hace una década a la platense Roxana Vallejos, quien de Independiente de Avellaneda saltó a Costa Rica y recientemente colgó los botines en Estudiantes.
El Pincha tuvo a las primeras cracks y a la primera DT con título en AFA, Lorena Berdula, quien sigue en el área formativa. En ese mismo campo jugó Soledad Guarrochena, quien iba a alentar a su hermano cuando era compañero de una categoría ’81 campeona del León con Diego Colotto y el Chino Benítez. “Me crié siguiéndolos a todos lados y siempre jugué. Tuve que parar cuando nació mi primer hijo hace 6 años y desde que tuve a las mellizas, hoy de 4 meses, cuando ya era jugadora de Everton. Cada vez se necesita entrenar más, dedicarle 4 días a la semana”, expresó quien en 2015 debutó con un gol en la cancha de Platense.
Yanina Sardi también se crió con un papá que jugó en los dos clubes de La Plata, y en Francia y España, país en el que ella se puso los botines. “Jugué en Liga de Mallorca, integrando un equipo en un pueblo”, recuerda.
Referis con carácter
La figura arbitral cuenta con mujeres de seria proyección a nivel nacional, que ya quedaron en los libros. La más famosa es Ruth Bravo, salteña que se radicó en La Plata, crack de Boca, quien se lleva todas las fotos de la prensa. En el arbitraje encontró otra escuela para leer mejor esta pasión de jugar. Cuando la ficharon como jugadora para Brandsen, una ley la obligó a optar: eligió tener más rodaje como árbitro o asistente.
Daiana Ilari arrancó 2018 como asistente del torneo Federal “C” en el estadio de Ferro de Las Flores. Daiana Galesi tuvo sus exámenes complicados en 2017 cuando debutó como “solista” en Primera de la Liga de Salto (algo inédito) y en la Primera de la Liga Amateur Platense (también pionera, en un cotejo de la B entre Gonnet y For Ever).
Ellas le están ganando a los prejuicios y abrieron caminos, como hace veinte años lo hizo a nivel nacional la tucumana Florencia Romano (su bautismo fue en Primera D con Villa San Carlos de Berisso). O los últimos ejemplos más cercanos, como los de Salomé Di Iorio y Gisela Trucco, quien el 30 de octubre de 2017 anotó un hito en los escritorios de la AFA: en el estadio de Olimpo fue la primera vez que una mujer integraba una terna de la máxima categoría del fútbol argentino. Vaya casaualidad, con un juez principal bien platense: Fernando Rapallini.
Campeonas nacionales y provinciales
La Liga Amateur Platense armó un seleccionado ante el desafío que organizó la AFA a través del Consejo Federal. Las mujeres de camiseta roja atravesaron una etapa provincial, venciendo en la final a Junín, y jugando de visitantes. Un mes más tarde, con el pasaporte obtenido, viajaron a disputar el trono Nacional con las mejores clasificadas. No faltaron sufrimientos: a dos días del viaje no conseguían que el Municipio garantizara el micro y finalmente tuvieron que alquilarlo a un particular. En Trelew jugaron cuatro partidos –sin descanso, de un día para el otro– y ganaron la copa Nacional. La final fue el 8 de diciembre y el rival superado en la instancia de los penales fue el combinado de Mendoza.
¿Cómo se llaman ustedes?
Las camisetas lucen modernas, como toda la ropa de esta era. Livianas, antitranspirantes, y quienes las visten no tienen problemas en ponerse nombres de equipos muy raros para salir a jugar. Y hay para todos los gustos: Deportivo Caipi (“nos gusta tomar caispirosca”), Las Truchas, Uno y nos vamos (es por la típica frase “el que el mete el gol gana”), Muscutanga (“lo armamos para el mixto”). Surgieron grupos de amigas con “Pura Química” entre ellas, elegido por estudiantes de la UTN que este 2018 le agregaron un desafío: invitar a los amigos y presentarse a un mixto como el de “Copa de El Rey”.
¡Reinas!
Bruno Zecchin y Sergio Amiconi son los organizadores de Copa del Rey, el torneo privado que más creció en La Plata. En enero metieron 48 equipos, dividiendo por días, un certamen para los sábados y otro los domingos.
En Zona A campeonó W40; en Zona B, Rejunteam; en Zona C, La Coctelera y en Zona D, Panteras.
En el torneo de los domingos celebraron en Zona A, Sacachispas, en zona B, Las Cepinas y en Zona C, Imperio.
En el torneo mixto hubo dos campeones: Dale Duro Otto y La Revolución.
Peripecias de la selección argentina
La Argentina no figuró en ranking alguno durante dos años. La inactividad desmoronó planteles, pero no descorazonó a quienes buscaron hablar y convencer a una AFA acéfala para que se las tenga en cuenta.
Cuando en 2017 se designó otra vez a Carlos Borrello como encargado, surgió un problema: el primer amistoso internacional en Uruguay fue una peripecia, ya que no aparecieron los viáticos prometidos, la única retribución por vestir la albiceleste. Entonces hicieron un alto en los entrenamientos.
Este año arrancó distinto. Hubo un viaje al Sudamericano de Ecuador con el Sub 20, que no logró pasar la primera fase. Allí, hubo una representante local, de Villa San Carlos, Milagros Díaz. Quien estaba con chances de integrar el plantel era Daiana Chiclana. Milagros y Daiana se criaron en el mismo equipo, CRI Catella, viven en la misma manzana de Ensenada y hoy juegan en las “Villeras” el campeonato de AFA.
1971
Allá lejos en el tiempo y en la distancia, México ’71 significó el primer desafío de mujeres argentina detrás de una pelota. Aunque el evento no tuvo avales de FIFA ni de AFA, la albiceleste presentó su primer seleccionado. Jugaron en el estadio Azteca. El año pasado, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, las protagonistas fueron reconocidas con plaqueta, diploma y camiseta.