La Obra del padre Carlos Cajade se sumó a las actividades de conmemoración de un nuevo aniversario del golpe de Estado genocida del 24 de marzo de 1976. Lo hizo participando de la iniciativa denominada «Plantamos Memoria» impulsada por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y que consiste en que cada persona plante un árbol en memoria de las víctimas.
La actividad tuvo su primera cita en las casitas del hogar, en 13 y 643, donde los integrantes de la obra plantaron un limonero. La actividad, realizada el domingo 21 de marzo, sirvió además para conversar con los más chicos sobre lo ocurrido en los años de la dictadura, así como del proceso de Memoria, Verdad y Justicia que incluyó el juicio a los responsables.
Está previsto que la actividad tenga continuidad este martes a las 12.30 durante un año que se realizará en la «Casa de lxs Niñxs», cuando se coloque un jacarandá.
Evitando la exposición al contagio del coronavirus con la ocupación masiva de las calles, los organismos de Derechos Humanos lanzaron la campaña “Plantamos Memoria”, que propone que cada persona plante un árbol en memoria de las víctimas del terrorismo de estado de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica.
“Este 24 de marzo, sembremos 30 mil árboles por nuestres 30 mil compañeres detenides desaparecides y por el futuro”, dice la convocatoria.
El objetivo que se planteó en la convocatoria es que “el recuerdo de nuestres desaparecides trascienda las redes sociales”, pensando en “pequeñas acciones cuidadas, para poner la memoria en acción”. Éstas pueden ser “actividades públicas organizadas entre vecines, integrantes de un club, escuela, sindicato, organizaciones de la sociedad civil e instituciones, siempre cumpliendo con los protocolos que el distanciamiento impone”.
Los organismos de Derechos Humanos, entre los que se encuentran las Madres de la línea fundadora, las Abuelas, Familiares de Desaparecidos e HIJOS, subrayaron en un comunicado: “La Memoria, al igual que la semilla, viene cargada de futuro. Contiene toda la información genética para poder llegar a ser el árbol que late en su destino. En tiempos de incendios, deforestación y cambio climático, invitamos a plantar vida como un acto de memoria y futuro. Porque el recuerdo de cada compañere detenide desaparecide trae consigo el legado de lucha por un país más justo y solidario”.