Nota principal: Los responsables de los chicos responsables
Por un acuerdo de la Corte provincial, los jueces deben realizar periódicamente inspecciones “institucionales” a los centros de detención, para observar desde aspectos edilicios y de higiene hasta “toda otra situación que se estime relevante”. El resultado de esas observaciones —que buscan acercarse a las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos de la Organización de las Naciones Unidas— se centraliza en la Subsecretaría de Derechos Humanos de las Personas Privadas de la Libertad de la Corte, que funciona desde 2010 y está a cargo de Martín Lorat.
El gran problema es que por ahora la Justicia con ese material no hace más que elaborar un registro de las visitas (con las observaciones, conclusiones y medidas judiciales adoptadas al respecto), pero no interpela a la secretaría de Niñez y Adolescencia, de quien dependen los centros para jóvenes.
De hecho, en el FRPJ algunos se quejan de estas visitas, porque sucede que un juez va a una institución y ve que no hay médico y los chicos están encerrados porque no hay maestra, y otro juez va a los 15 días, a eso lo ve todo bien pero ve mal algo distinto. “¿Cómo terminan los informes? Contradiciéndonos —dice un funcionario—. Además tengo la experiencia de haber denunciado en octubre que un cielorraso estaba con un agujero impresionante y los chicos pasaban por el costado para que no se les cayera en la cabeza, y en marzo todo seguía igual. ¿Cuál es el sentido?”.
Hace unos meses, la jueza Blanca Lasca hizo lugar a un recurso de habeas corpus presentado por el defensor Ricardo Berenguer, que denunciaba en el Almafuerte encierros de hasta 20 horas en celdas de 2 metros por 3 y falta de trabajo, de recreación y de atención sanitaria. Lasca procedió a clausurar los ingresos a ese instituto ubicado en Melchor Romero y fijó multas al secretario de Niñez. “Es un conflicto de poderes. Si el Ejecutivo no cumple una orden judicial, el Judicial tiene que controlar”, explica la jueza. Pero la medida que dictó contra Navarro rebotó en la Justicia.