Un vecino felicita a otro «¡Eh, Chiqui, agarraste la quiniela!», mientras un hombre se asoma a la calle entre jaulas con loros y se pone a silbar la marcha peronista. De espaldas al Río y los esqueletos de los frigoríficos, sobre viejos adoquines, compartimos tablón y mates con los chicos de La Grieta y con una revista nuevita llamada Reb(v)elados. Enfrente, nuestros amigos de Tinta Roja, presentaron un nuevo número de la publicación. Fue durante la Cuarta Feria del Libro Independiente y Autogestiva que se llevó a cabo el sábado 11 de septiembre en la histórica calle Nueva York de Berisso. Los anfitriones fueron los cumpas del Centro Social Mansión Obrera, donde alguna vez durmieron miles de trabajadores frigoríficos. Decenas de puestos, cientos de visitantes. Una radio abierta de La Charlatana, la emisora de la Mansión. Desde el mediodía y hasta altas horas de la noche, junto a Adrián, nuestro vendedor en Berisso y Ensenada, volvimos a pulsear entre libros, fanzines, poetas, escritores, artistas, artesanos, cocineros, músicos, y soñadores sin cadenas.