Los mosaicos por la memoria fueron instalados en La Casita de los Niños, La Casa de los Bebés, Chispita y, próximamente, en el Hogar.
En la edición 168 de La Pulseada contamos la historia de 30mil pañuelos por la memoria, una iniciativa surgida en La Plata que trabaja en la creación de pañuelos de las Madres en mosaicos, cerámica o vitrofusión para colocar en el exterior de casas e instituciones y en espacios públicos. “Nuestra propuesta es que haya una imagen del pañuelo blanco en la puerta de cada hogar y de cada espacio de memoria del país, a la vista, para que nadie olvide”, contaron entonces Marcela Sanmartino y Gisela Arandia, impulsoras del proyecto.
El 23 de marzo de 2018 se instaló el primer pañuelo en la biblioteca Del otro lado del árbol y hoy ya hay más de 1000 distribuidos en distintas ciudades gracias al trabajo de decenas de colaboradores y colaboradoras.
Después de la publicación de la nota, Marcela y Gisela se pusieron en contacto con la Obra de Cajade para hacer llegar un pañuelo para cada una de las instituciones que la conforman. Ya se instalaron en La Casita de los Niños, La Casa de los Bebés y Chispita y, en breve, se colocarán en las casas del hogar convivencial.
“Aceptamos gustosos colocar los pañuelos en nuestra Obra porque eso es lo que hubiera hecho Carlitos Cajade. Él desde siempre acompañó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, por ejemplo, cuando era párroco en la Catedral en tiempos de la dictadura, marchando junto a ellas en la ronda de los jueves reclamando Memoria, Verdad y Justicia. Por esto es que no dudamos en colocar los pañuelos. Carlitos estaría orgulloso y nosotros lo estamos”, expresó Verónica Ducca, coordinadora de la Obra.
Además, en los próximos meses, integrantes de 30mil pañuelos por la memoria realizarán un taller junto a los chicos y las chicas del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable para que confeccionen sus propios mosaicos.
“Tenemos una satisfacción inmensa y estamos orgullosos de tener los pañuelos de las Madres en nuestra casita. Símbolo de perseverancia y abnegación y también una forma de decirles `estamos con ustedes`”. Isabel Benítez Ozuna, coordinadora la Casa de los Bebés (4 e/ 601 y 602).
“Fue muy emocionante conocer el objetivo de estos pañuelos, saber que va a haber 30.000 en diferentes lugares del país es muy fuerte. Yo viví la dictadura y fueron tiempos muy violentos, por eso no nos permitimos olvidar esa parte de nuestra historia. El día que lo recibimos le contamos un poco la historia a los chiquis para que ellos también sean transmisores de esta realidad». Mónica Auge. Chispita (150 entre 70 y 71)
“Para mí y mis compañeras de la casita es un orgullo tener este símbolo, porque significa la lucha, la militancia y sobre todo haber convertido el dolor ante la incomparable violencia hacia sus hijos en amor, amor que mantiene vivos los ideales por los que dieron su vida”. Romina Penayo Valdes, coordinadora de la Casa de los niños Madre del Pueblo (6 y 602)