A 28 de la desaparición de Migue Bru, su madre Rosa encabezó la señalización de la seccional policial donde fue visto con vida por última vez.
Por La Pulseada
Fotos Gabriela Hernández
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La vigilia a 28 años de la desaparición de Miguel Bru no fue una más. Ninguna lo ha sido, pero la de este 17 de agosto estuvo atravesada por emociones especiales y por varios hechos que la distinguirán de las otras veces en las que los familiares y amigos del joven asesinado en 1993 se acercaron a la esquina de 5 y 59 para recordar que la Comisaría Novena es la escena de un crimen, el lugar de una desaparición y un asesinato en plena democracia.
Fue en principio una recuperación de la calle después de una año y medio de encierro que incluyó la virtualidad en la vigilia de 2020. “Siento mucha emoción, realmente estamos acostumbrados a que nos acompañen, pero en este momento tan especial que todos tenemos que cuidarnos no pensé que nos iba a acompañar tanta gente”, dijo Rosa Schonfeld, incansable luchadora en busca de una verdad que hoy se sintetiza en la necesidad de conocer dónde fue ocultado el cuerpo de su hijo.
También fue -tal vez- la vigilia que contó con mayor representación institucional estatal, con miembros de los gobiernos nacional y provincial presentes en el lugar y un mensaje del gobernador Axel Kicillof emitido en una pantalla ubicada en medio de la calle. El jefe de Poder Ejecutivo del cual depende la fuerza de seguridad a la que reportaban los uniformados condenados por el crimen avalando el reclamo.
Y finalmente fue el acto que dejó una otra señalización, más visible, que se suma a las que ya existen en el frente de la sede policial que cargara por siempre con la marca de haber sido un lugar de oscuridad y terror. El rostro eternamente joven de Miguel y un texto que da testimonio de lo que allí ocurrió, con las firmas de la Presidencia de la Nación a través de su Secretaría de Derechos Humanos, del gobierno provincial con su subsecretaría de Derechos Humanos, de la Asociación Miguel Bru, de la organización Madres en Lucha y de la faculta de Periodismo.
“En esta Comisaría 9º, el 17 de agosto de 1993, Miguel Bru, de 23 años, fue secuestrado, torturado hasta la muerte y desaparecido. En 1999, los policías Justo José López y Walter Abrigo fueron condenados a prisión perpetua por tortura seguida de muerte. Además, el comisario Juan Domingo Ojeda recibió una pena de dos años de cumplimiento efectivo, al igual que el suboficial Ramón Cerecetto, responsable de alterar el libro de guardia borrando el nombre de Miguel. En el marco de la causa, también fue destituido el juez Amilcar Vara por complicidad policial. El cuerpo de Miguel nunca apareció”, sintetiza la historia el cartel descubierto durante la vigilia.
En el acto, en el que hubo una radio abierta y se proyectó una muestra colectiva sobre la búsqueda entre 1993 y 2020 y el camino de la Asociación Miguel Bru, Rosa repitió el único reclamo que sostiene en pie, que el policía que está detenido “diga dónde está Miguel, solo eso”. Recordó que Justo López mantiene el silencio “pese a que se le ofreció la libertad a cambio de que colabore».
Miguel Bru desapareció luego de denunciar a efectivos de esa seccional por un allanamiento ilegal realizado en su casa y por sucesivos hostigamientos sufridos después de esa presentación.
En el juicio se acreditó que fue secuestrado cerca de la localidad de Bavio, 30 kilómetros al sur de La Plata, y las declaraciones de varios detenidos y las pericias en el libro de guardia permitieron comprobar que ingresó a esa dependencia entre las 19 y las 20 del 17 de agosto de 1993.
En los 28 años que pasaron ya se realizaron 39 rastrillajes de búsqueda por lo que su familia y la Asociación que preside Rosa reclaman que el único detenido en la actualidad, Justo José López, el resto de los policías implicados en la desaparición, o cualquier persona que pueda brindar algún dato, cooperen para poder encontrarlo.
Quien tenga información para aportar puede hacerlo con reserva de identidad, presentándose ante el fiscal Marcelo Martini, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) 3 de La Plata; ante los Fiscales Generales de Cámara de los distintos Departamentos Judiciales de la Provincia o ante la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas.
