En el centro comunitario de 16 y 609, un grupo de mujeres nos transmitió el orgullo que sienten al finalizar la Secundaria y nos invitó con pastelitos caseros. Fue cuando La Pulseada Radio visitó la emisora de Resistencia Cultural Barrial.
“Sí se puede” aseguró una de las alumnas que en diciembre pasado finalizaron en el barrio Los Robles de La Plata sus estudios secundarios a través del Plan Nacional de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios para Jóvenes y Adultos (FinEs). “Cuando me anote me decían ‘estás loca’ y me preguntaban ‘¿qué vas a hacer con los nenes? ¿dónde los vas a dejar?’ Les aseguré entonces que iba a terminar la escuela, para demostrarles a mis hermanos que sí se puede y hoy mis hijas están orgullosas de mí. Ellas sí fueron al secundario”.
Lo dice una de las 20 mujeres, vecinas del barrio Los Robles (16 y 609), madres y trabajadoras que se hicieron un tiempo y con esfuerzo lograron hacer valer su derecho a la educación. En diálogo con La Pulseada Radio, tres de ellas contaron que todas se conocían del barrio pero mucho no se trataban. Hoy disfrutan de ser parte de la segunda camada de egresados del Plan FinEs. Sin embargo, precisaron a coro con alegría y orgullo que son la primera promoción “que empezamos y terminamos primero, segundo y tercer año”.
Dentro del Centro de Resistencia Cultural Barrial, enfrentaron el desafío de aprender con el otro y así se fueron reconociendo en historias que sonaban parecidas. Desencuentros, amores, hijos y sueños postergados se fueron entrecruzando en tardes de estudio compartido. Acaso estudiar también, en su significado más profundo, implique el compartir todas esas experiencias.
Tienen entre 20 y 55 años y por diferentes motivos no habían podido terminar sus estudios, hasta el momento. Dicen que las materias son difíciles, porque son muchos años sin estudiar. “Inglés me cuesta”, admite una. Cuenta que después de 27 años tuvo que retomar la escuela. Dice que necesitaba un tiempo para ella, para salir de la casa, aprender…
“Es muy gratificante verlas –reflexiona una de las profesoras- porque no es fácil, después de un día de trabajo, tener que prestar atención a cosas que no son corrientes para ellos. Han estado tres años largos y ahora se tratan como hermanas. Espero que lo que han logrado lo sepan capitalizar y que se sientan orgullosas porque lo que lograron lo hicieron juntas, apoyándose entre todas”.
Sueñan con continuar los estudios, a nivel terciario o universitario. Unas seguirán Seguridad e Higiene, otras, la carrera de Enfermería. También hablan de estudiar para ser acompañante terapéutico porque algunos ya trabajan cuidando a adultos mayores y quieren un título para tener un mejor sueldo. Tienen ganas de seguir preguntando y asombrarse porque saber no puede ser un lujo para pocos.
