Soraya Maicoño Guitart, actriz, cantora, titiritera y escritora mapuche, pide que el Papa reconozca el genocidio cometido contra su nación originaria y denuncia que por defender su pueblo muchos dejan de contratarla. En este relato en primera persona, recuerda que el despojo territorial y cultural lleva 150 años y reclama terminar con la megaminería, la soja y los agrotóxicos.
Por Carlos Sahade
Fotos Raúl Lafitte
El corrector del Word marca todas las palabras mapuches. No reconoce el mapuzungun, ese idioma que se intentó eliminar junto con quienes lo hablaban. El winka que maneja la ortografía de ese procesador de texto admite, sin ningún subrayado en rojo, tanto a Benetton como a Lewis. “Vengo de Curra Mapu, Cushamen”, se presenta Soraya Maicoño Guitart y hay que googlear para saber dónde queda. Vaya si estamos en falta.
“Desde el encarcelamiento del lonko Facundo Jones Huala, la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado y el asesinato de Rafael Nahuel, emergió todo el pensamiento racista y discriminador del pueblo argentino y el desconocimiento y la ignorancia acerca de lo que pasó y lo que pasa con los pueblos originarios”, describe, y la falta ya es intolerable. Ancestral.
Lucha desde el escenario, con sus títeres, cantando o escribiendo, aunque “cuando digo lo que pienso me dejan de contratar; cuando empecé a denunciar en público a Benetton, a Lewis, a los proyectos mineros, me convertí en un peligro para la sociedad y empezaron a estigmatizarme”.
“El winka nos quiere sumisos, calladitos, ignorantes, distraídos”
A continuación, la palabra de Soraya extraída de lo que dijo recientemente en Radio Futura y lo que escribió en el libro LOF LAFKEN WINKUL MAPU. WEICHAFE RAFAEL NAHUEL YEM, MONGELEY TAIÑ WEICHAN, en cuya tapa se asegura que “la historia cambia y estamos empezando a cambiarla a través de una forma de vida que es ancestral y es política”.
Un pueblo que sigue vivo
Argentina emergió a partir del genocidio de más de 36 pueblos originarios.
Después de la mal llamada “conquista del desierto”, es decir, después del robo de territorios, la muerte o en el mejor de los casos la esclavitud, mi pueblo se fue reordenando, escapando de estos campos de concentración para reunirse entre diferentes tribus, Lof, para reencontrarse con la tierra, con su territorio. A partir de allí comenzó un período de sumisión y práctica cultural muy íntima, fuera de las miradas condenatorias del winka.
La Resistencia Ancestral Mapuche se origina a partir del avasallamiento del winka hace aproximadamente 150 años. Gracias a esa resistencia el pueblo Mapuche sigue vivo.
Estamos muy dedicados en despertar nuestro conocimiento ancestral, en reconstruir nuestra forma de hablar, en reconstruirnos como pueblo. Hay una gran necesidad de mantener nuestra cultura, nuestra espiritualidad. Seguimos sosteniendo nuestras propias formas, aunque muchos no logren entender cómo se puede vivir todavía con el calor del fuego, sin luz eléctrica y calentándonos con una cocina a leña o con un fogón, pero así es como elegimos porque así es como nos reconocemos. Así es como somos.
Se prohibió nuestro idioma, el mapuzungun, nuestras prácticas espirituales, se obligó a escolarizar a los niños porque para Sarmiento había que separarlos de sus madres porque según él, si no se los separaba antes de los 10 años, quedaría como un animal para toda la vida. Es por esto que a una franja generacional de personas de 40, 50, 60 años de hoy no les fue transmitido nuestro idioma para evitar así maltratos, golpes y discriminación. A nuestros padres no se les podía escapar una palabra en mapuzungun porque si no tenían que arrodillarse varias horas en el maíz como castigo. Eso generaba dolor, discriminación y humillación. Muchos abuelos y abuelas de nuestros padres optaron por no enseñar el idioma para proteger, para cuidar. Cuán terrible tiene que haber sido tu historia para que no enseñar tu cultura y tu idioma sea una forma de proteger y cuidar a tus hijos. Hoy está lleno de chicos de 20 y 30 años que hablan el mapuzungun con orgullo.
“Cuando el mapuche oprimido se levanta, automáticamente se convierte en conflictivo, delincuente, enemigo, terrorista”
El 70 por ciento de la población de Neuquén, Río Negro y Chubut es mapuche, pero ya no somos los mapuches que quiere el winka que reconoce al mapuche y lo reivindica siempre y cuando se quede en lo folclórico, en el mapuche bueno, en el mapuche artista, en el mapuche que baila y canta. Por supuesto que está buenísimo cantar y bailar y yo lo hago, pero ahora también el mapuche denuncia, el mapuche reclama, el mapuche resiste y cuando el mapuche se levanta y cuando cualquier oprimido se levanta, automáticamente se convierte en conflictivo, delincuente, enemigo, terrorista.
Desde siempre hemos sido la mano de obra barata. Como albañiles levantando las mega mansiones de los winka en nuestros territorios. Como empleadas domésticas, lavando su mugre y criando a sus hijos. Así es como nos quiere el blanco: sumisos, calladitos, ignorantes, distraídos. De más está decir que esos trabajos son dignos, pero también es digno entender que tenemos mayoritariamente esos trabajos porque fuimos despojados de nuestros territorios y así perdimos muchas oportunidades. Fuimos condenados a la pobreza extrema, a la ignorancia, a la dispersión.
“Algo se está moviendo”
Varias instituciones fueron y son cómplices de esta estrategia genocida: las iglesias católica y evangélica, la escuela, la salud, Parques Nacionales, la Sociedad Rural, los medios hegemónicos principalmente y algunas más. Francisco Pascasio Moreno actuó como informante y espía; se apoderaba de plantas, animales, huesos y esqueletos; se hacía pasar por amigo para luego dar cuenta a las autoridades de todas las riquezas territoriales. Además, creó Parques Nacionales que hasta hoy es un pretexto del estado para desalojar a las comunidades de sus territorios. Es en nombre de Parques Nacionales que se asesinó a Rafael Nahuel, un chico de 22 años.
El estado argentino tiene que reconocer el genocidio. Es una deuda histórica que tiene hacia los pueblos originarios. Para que haya una reparación histórica, primero el Estado argentino debería reconocer el genocidio que operó sobre nuestro pueblo y a partir de allí reconocer nuestros territorios. Hace poco el Papa reconoció por primera vez el genocidio armenio y yo pensé: “Si sos argentino, ¿por qué no reconocés el genocidio del pueblo Mapuche?
“El estado argentino tiene que reconocer el genocidio. Es una deuda histórica que tiene hacia los pueblos originarios”
A pesar de que para 1920 el Estado ya se había apropiado de casi la totalidad de nuestro territorio, los desalojos continuaron. En 1937, Nahuel Pan de Esquel fue violentamente desalojada y sus casas incendiadas. Lo mismo en 2012 en Vuelta del Río y el intento de desalojo en la zona de Leleque a la familia de Rosa Rua Nahuelquir. También en Pul Lof Resistencia Cushamen y en la Lof Winkul Mapu y ya estamos hablando de 2016, 2017 y 2018.
El despertar del conocimiento ancestral está produciendo cada vez más recuperaciones territoriales y las recuperaciones territoriales están despertando cada vez más el conocimiento ancestral. Claramente algo está pasando. Algo se está moviendo.
A pesar del miedo y de la macabra situación que hicieron con Santiago Maldonado y luego con Rafael Nahuel yem, en Chubut hace muy poquito, tres meses, hubo una nueva recuperación territorial en Costa del Lepá. Cansados de pedir durante 80 años que algún presidente los escuche, recuperaron el territorio. El terrateniente no tiene la plata que tiene Benetton, pero algo de plata tienen. ¿Qué hacen? Liberan la zona, la Policía se retira y entran matones, petroleros. Los petroleros son trabajadores pero lamentablemente muchos de ellos son matones, son mafiosos porque cuentan con el dinero, con los vehículos y van y hacen destrozos. Así y todo, nuestro pueblo sigue en Costa del Lepá. Además, hace 20 días se recuperó el Mallín Ahogado en Río Negro y la Lof Inalef también recuperó territorio.
“No le caemos simpáticos a nadie”
El Estado argentino se ensaña con aquellas Lof o recuperaciones territoriales en donde comienzan a nacer los antiguos roles de autoridades, ya que el pueblo mapuche, como el resto de los pueblos originarios, se alinea en varios ejes: políticos, espirituales y desde la cosmovisión. Cuando contamos con todos esos elementos, atraemos las fuerzas de la naturaleza que nos permiten una estrecha convivencia. Es por eso que en el caso de Rafael Nahuen yem, el Estado necesitó instalar un relato falso, extremadamente falaz, para justificar la violencia hacia la comunidad y así el asesinato por la espalda de Rafa. Por eso el doble juicio de extradición y luego encarcelamiento del lonko Facundo Jones Huala. Buscan debilitar, amedrentar, paralizar los avances de recuperación territorial porque esto no sólo implica volver al territorio sino también impedir el avance de proyectos mineros, hidroeléctricos y petroleros a cargo, en su gran mayoría, de empresas trasnacionales.
“Lo importante que es asumir la defensa de la tierra por parte de todos”
Este hostigamiento provoca temor a ser tildado de peligroso o, lo que es peor, de terrorista. También genera que la mayoría de la sociedad no cuestione el daño irreparable que provoca la minería, proyectos petroleros, el fracking, hidroeléctricas, y que sólo sea visto como una fuente de trabajo. Tan lejos de la verdad porque esto nos demuestra cómo han separado al hombre de la naturaleza, de la tierra, creyéndonos ingenuamente superiores al resto de los seres, animales, vegetales, minerales con los que convivimos. Se hace urgente que todos nos reencantemos con la tierra. Sólo así se comienza a comprender cómo aportar a la necesaria defensa de la tierra, del agua, del bosque, la selva, los animales de cuatro patas, los que vuelan, los que se arrastran, ya que todos somos necesarios en este equilibrio de la vida. Y de este modo también nos hacemos responsables de lo que le vamos a dejar a nuestras futuras generaciones.
Estamos atravesados por la política, el dólar, la perversidad, la Bullrich, Macri que nos manda a dormir después de las elecciones, la posibilidad de la cárcel. Esto lo que nos genera es miedo y el miedo paraliza, no nos permite pensar y finalmente no se habla, no se reflexiona y no se profundiza sobre lo importante que es asumir la defensa de la tierra por parte de todos.
No hubo un sólo gobierno que haya tenido en cuenta el padecimiento de los pueblos originarios. Nosotros principalmente defendemos la tierra y todos los gobiernos están completamente a favor de los emprendimientos mineros, petroleros, hidroeléctricos… Entonces, no le caemos simpáticos a nadie. Fuimos reprimidos en la época de Cristina Kirchner y somos recontramil reprimidos en la época de (Mauricio) Macri.
En Chubut están castigando a los trabajadores públicos porque desde hace un par de años además de salarios dignos, la consigna es “No a la minería”. En las mesetas donde están tratando de instalar la megaminería, viven muchas comunidades mapuches y tehuelches. Ya el petróleo está haciendo muchísimos desastres; hay muchísimas ciudades del sur del Chubut y del norte de Santa Cruz que no tienen agua porque toda se utiliza para eso. Y hay muchísimos movimientos sísmicos en Neuquén, producto del fracking. Al menos una o dos veces por mes en una zona que no era sísmica. Esto no lo dice nadie porque hay una gran especulación por parte de funcionarios, políticos y empresas que tienen los ojos puestos sobre la minería, que lo único que va a dejar es destrucción. Y los primeros en oponerse son los pueblos originarios y después todos estos movimientos ambientalistas, ecologistas que están haciendo un trabajo muy impresionante. Sólo vamos a zafar del calentamiento global si dejamos de sostener la megaminería, la soja, los agrotóxicos.
Santiago Maldonado
Me parece tremendo que hayan cambiado la carátula de “desaparición forzada” a “abandono de persona”. Es realmente perverso, como también es perverso todo lo que tiene que ver con Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y los discursos de esta ministra Bullrich y este presidente. A veces uno no puede creer el nivel de oscuridad que hay en sus mentes y cómo además le siguen el juego, seguramente por el dinero que hay en juego, los medios hegemónicos para instalar esas perversidades. También es perverso hablar de abandono de persona por parte de la comunidad mapuche. Estaban corriendo resguardándose de los tiros de la Gendarmería. Si acá entra la Gendarmería a tirotear, salimos corriendo todos. Igual, estoy un poco asombrada de que se haya reabierto la causa. Creo que tiene que ver con el tiempo político que se está viviendo.
Macarena Valdés
Macarena Valdés yem del Wulu Mapu de Chile estaba defendiendo el río que querían entubar. El 1 de agosto de 2016 cortaron una ruta al sur de Chile, cerca de Villarrica. El 16 de agosto apareció gente de la empresa amenazando que si no se retiraban del lugar en donde ella vivía, algo malo le podía llegar a suceder. Y el 22 de agosto aparece colgada en su casa y la carátula era “suicidio”. Las pericias determinaron que ella había sido asfixiada y luego colgada, y en la soga encontraron restos de ADN que no eran de ella. Entonces, cambiaron la carátula por “hallazgo de cadáver”. Con esto quiero decir que ambos gobiernos, chileno y argentino, están operando de la misma manera contra el pueblo mapuche, porque el pueblo mapuche es uno solo. Y las prácticas de defensa del territorio las vamos a sostener a ambos lados de la cordillera.
Feminismo
Como mapuche, no me autodefino como feminista porque tampoco tengo demasiado incorporado qué es el feminismo desde un lugar occidental. No significa que lo critique. Todo lo contrario, pero para mí es importante plantearnos el desafío de ver, como mujeres mapuches, cómo abordar la violencia, el alcoholismo, tantas situaciones colonizadoras en las que estamos involucrados porque que seamos de una comunidad mapuche no significa que no haya machismo, que no haya violencia, que no haya alcohol… Estamos atravesados por eso también. Así como estamos recuperando cantos antiguos que creíamos perdidos, me parece importante ver cómo recuperar la forma de organizar nuevamente el equilibrio entre el hombre y la mujer. Otra cosa que también propongo es cómo aplicar nuestra propia justicia ante situaciones de abuso, de violación. Como pueblo, así como tenemos nuestras propias autoridades, también tenemos que ser capaces de aplicar nuestra propia justicia, que no tiene que ver con justicia por mano propia. La justicia del winka es para el winka y nuestra justicia la tenemos que aplicar nosotros, primero desde un lugar y luego, material. Es un desafío porque todavía no tenemos claras nuestras herramientas. Hay un montón de hermanas mapuches que se proclaman feministas, pero por qué no vemos cómo era antiguamente entre nosotras, como mapuche. Me parece que es un desafío más interesante hacia nuestro pueblo que tomar una idea no mapuche. Seguramente se va a igualar a la idea no mapuche, pero desde nuestra propia forma y hasta podamos también tener ideas para aportar.
“No soy referente de nada”
Por las circunstancias tan trágicas que vivimos, durante dos años me tocó ser vocera del Pul Lof Resistencia Cushamen y del Lonko Facundo Jones Huala, pero eso a mí no me hace referente de nada. Ocupar esos espacios te pone en una posición de mucha exposición, pero nosotros creemos que todos tenemos la capacidad de decir nuestra verdad y que en ningún ámbito hacen bien los personalismos, mucho menos en un pueblo originario. Una vez, conversando con los papás de Rafael Nahuel yem, ellos decían que les daba mucha vergüenza hablar con la prensa porque ellos eran brutos porque se comían las eses y se ponían nerviosos e incluso la mamá de Rafita tenía problemas para escuchar y entonces hablaba a los gritos. Esa conversación me dio mucha ternura y al mismo tiempo fue decirles: no importa cómo hablemos, que el otro nos tenga paciencia si nos comemos las eses, si somos lentos para hablar, porque acá lo que importa es nuestra verdad, lo que sale del corazón y lo que nos pasó. Todos tenemos la capacidad de decir las cosas por las cuales estamos atravesados y no por eso se necesitan referentes. La exposición y la fama alimenta una vanidad que no le hace bien a nadie ni a un mapuche ni a un no mapuche.
De Chubut a La Plata
Soraya Maicoño Guitart compartió su pensamiento y su arte en distintos espacios culturales de La Plata. En el Galpón de Equipajes y Encomiendas La Grieta y en la biblioteca Alejo Iglesias de Villa Elisa puso en escena Llallin cusché (anciana araña), unipersonal de teatro y títeres. En Radio Futura coordinó el taller “Brotes de la Memoria” y brindó una charla “Reencantarnos con la tierra para comprender nuestro ser originario y la lucha del pueblo mapuche».
Soraya pudo venir a nuestra ciudad gracias a la iniciativa, el trabajo y el aporte solidario de varios colectivos: De pueblos y caminantes, programa de radio que coordina Lila Scotti, Biblioteca Popular La Chicharra (La Grieta), Radio Futura 90.5 y “Las comarqueñas” de Abasto.
“Me he sentido muy contenida y he sentido muy valorado el trabajo que he presentado, que no es sólo mío sino parte de todo un trabajo de recopilación y de acompañamiento a muchos y muchas abuelos y abuelas de diferentes comunidades de las provincias de Chubut y de Santa Cruz”, expresó.