La propuesta producida en conjunto con Radio Gráfica y la cooperativa El Descubridor, estrena su segunda temporada este lunes 24 de mayo. Una producción que invita a viajar, a través del lenguaje sonoro, hacia diferentes realidades del país. La Pulseada Radio habló con Manuel Callau, uno de los protagonistas.
Un elenco de 32 personas -entre actores, actrices, guionistas y equipo técnico-, una propuesta federal y una propuesta de emisión que implica a radios comunitarias de todo el país. Estos son los elementos que dar forma al radioteatro La Compañía, una producción conjunta de Radio Gráfica (CABA) y la cooperativa El Descubridor.
La primera temporada se desarrolló a lo largo del 2020, con la dificultad de que cada participante debió grabar sus intervenciones desde su casa, sin posibilidad de trabajar de manera presencial. Este lunes 24 de mayo se estrena la segunda que promete seguir llevando a la audiencia a recorrer distintos rincones del país en la voz de sus habitantes.
La historia es sencilla: “Una compañía de teatro organizada por un fletero, que siempre quiso hacer La Muerte de un viajante, se encuentra con que el club de barrio donde él ensayaba y hacía las funciones, le piden disculpas pero no le pueden dar más la sala porque tienen que alquilarla para casamientos, cumpleaños de 15, etc. Entonces decide armar un elenco con actores y actrices del barrio y recordar el circuito que él hacía como fletero”, resumió Manuel Callau, uno de los protagonistas del radioteatro y parte de la cooperativa El Descubridor, en comunicación con La Pulseada Radio.
Desde la primera temporada, el guión fue escrito Raquel Albéniz, Brenda Howlin, Cecilia Legarralde y Selva Palomino, con el asesoramiento socio-ambiental de Maristella Svampa. “A medida que van avanzando se van encontrando con luchas que los pueblos están llevando adelante con el tema del medio ambiente, el fracking, el agua, los agrotóxicos”, detalló el actor, director y docente. “Se arma una cosa muy hermosa que nos permite, por un lado, conectar con lo que fueran las giras de los viejos elencos que hacían radio teatro, que hacían teatro por los pueblos. Y nos permite conectar, también, con una realidad que a veces se nos hace remota”, agregó. Como particularidad, este año se armó un programa realmente federal que tiene la participación de actrices y actores de cada uno de los lugares de donde se desarrolla el capítulo.
“Nosotros, los que aspiramos al arte y la comunicación, sin el pueblo, sin nuestro interlocutor, no existimos. Por lo tanto, nuestra lucha por conectar con la comunidad, por brindarnos a la comunidad, ejercita nuestro eje de sentido. En algunos casos se puede pensar como un hecho militante, a mí me gusta pensarlo como lo que corresponde a la naturaleza de nuestra tarea. Lamentablemente el sistema en el que vivimos ha tergiversado tanto las cosas que cuando vos ponés el acento en lo que querés contar, en comunicarte con la comunidad, te ponen el mote de militante y no, yo soy un actor que quiere comunicarse con la comunidad a la que pertenece y que quiere jugar el rol que le corresponde: que es recrear el imaginario de la sociedad, debatir, estimular el pensamiento crítico, etc. que es – insisto- de la naturaleza de nuestra tarea”, explicó.