Por estos días se realiza una Feria de Libro protagonizada por editoriales comerciales, que forma parte de la cuestionada política cultural del Municipio y en la que los proyectos editoriales locales son los grandes ausentes. Organizada a las apuradas para «tapar» la bronca de la ciudad inundada, tuvo un ingrediente adicional: la indicación de que, en las charlas y conferencias realizadas en el Pasaje Dardo Rocha, no se podría hablar de la inundación. Inspirada por la indignación, la librería y distribuidora de publicaciones independientes Malisia organizó un encuentro con escritores y editores locales que aman y piensan de otra manera el mundo editorial. Será este 8 y el 9 de junio en C´est la vie (55, entre 4 y 5). Aquí, el programa de la actividad.
FERIA DE EDITORIALES // CHARLAS // LECTURAS // CINE // INTERVENCIONES // MÚSICA
Entrada libre y gratuita
Cronograma
SÁBADO 8 JUNIO
>17HS. LA MODERNIDAD [música]
>17.30HS. Producción editorial y relatos que circulan.
Presentación de los sellos
– Clase Turista – La bestia equilátera – Barba de abejas – Excursiones.
[CAFETERÍA]
>18.30 HS MESA Literatura y guerra
>Música Leticia Carelli
>20hs. Libros y agua.
Juan Bautista Duizeide – Julián Axat – Daniel Badenes – Gabriela Pesclevi
>21.30hs. TRILCE.
DOMINGO 9 DE JUNIO
>17hs. Entrevista cruzada. Relatos Interrogados desde la poesía
– Mario Ortiz – Mario Arteca
>18 HS. LEO GAUNA «Proyecto Ventanas». Intervención
>19.30hs || Criollos, gauchos y guachos, tango y cumbia villera.
Oscar Fariña – Juan Cinza [Música]
>21.30hs: Proyección de Tierra de los padres. Dir. Nicolás Prividera
>Ciclo semilla – Germinación literaria y otras variedades crecientes
La convocatoria
¿Qué supone pensar eso que llamamos actividades culturales, campo editorial, producción audiovisual, a partir de las lógicas de circulación, pero también a partir de los desafíos a la cultura?
El fin de semana del 8 y 9 de junio queremos poner en escena la discusión acerca de los modos en que circula la letra (claro que “letra”, hoy, ha ampliado sus soportes mucho más allá de lo escrito), y los modos en que, desde el cine, la narrativa, los ensayos y la poesía, se vienen interrogando los relatos – lo que de relato nos constituye.
Sin embargo, hoy, junio de 2013, es imposible hablar de la circulación de la letra sin pensar en lo que el agua interrumpió. La pregunta sería, entonces, a partir de esta arista que se impone necesaria, ¿cómo hablar del acervo bibliográfico de una ciudad, cómo imaginar una feria del libro, después de que la inundación llenó de borrones, agujeros, nuestros archivos? Bibliotecas de escritores, bibliotecas familiares, archivos documentales, archivos de vida sometidos a la irrecuperable materialidad de una pérdida. El desafío de esos agujeros lo rige aquello que sí es visible todavía, y que nos señala constantemente que hay algo que ya no existe. Por eso, hablar de letra y agua es una necesidad inmanente a cualquier propuesta que ponga los libros, las editoriales, los relatos en el centro de la discusión.
Hablar de la circulación es poner en escena la producción, el campo, los reveses del mercado, la conformación de una identidad estética – o de una dispersión – es poner en escena a los agentes que intervienen en cada momento – editores, traductores, distribuidores, correctores, guionistas, filmadores, etc. Pero por otro lado, supone pensar de qué modo se están interrogando nuestros relatos con narrativas que los desbordan, no para destruirlos, sino para insistir en la contradicción. Pensar en elementos que circulan supone regímenes de visibilidad, disputas constantes por la lengua – ¿quién y cómo la desquicia lo suficiente como para obligarla a hablar lo que hasta ahora no pudo decirse pero exige? – que son, finalmente, disputas que piensan una y otra vez los relatos de nuestra historia nacional.
Esas son las dos caras de un mismo eje: las dos preguntas que tiene Malisia desde que se hace llamar Distribuidora & Estantería de libros y revistas, desde que pone en el centro de su nominación un verbo guaraní que es conjuro y potencia.