Ante un reciente caso de gatillo fácil, con la baja de la edad de imputabilidad reeditada por el candidato del oficialismo en plena campaña y en una La Plata reforzada de gendarmes, numerosos espacios que trabajan por la niñez brindaron una conferencia de prensa. La consigna fue “basta de mano dura, queremos más políticas para la vida” y los expositores coincidieron en el diagnóstico: el Poder Ejecutivo no aplica la ley que protege a la Niñez. La Pulseada estuvo allí.
Por Josefina Oliva
“Basta de criminalizar a la niñez. Justicia por Nélida Soledad Bowers y por todos los niños y adolescentes víctimas de la violencia policial y estatal”, fueron otras de las expresiones salientes en la conferencia de prensa que se realizó el viernes pasado en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias y Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata previa a la marcha por el centro platense que se realizó esa misma tarde (De temores y temidos).
La actividad estuvo convocada por el Programa Niñez, Derechos Humanos y Políticas Públicas de esa Facultad, el Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud bonaerense, el Espacio de Niñez del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional (FPDS-CN), el colectivo de educación popular en cárceles Atrapamuros, el Colectivo Garabatos y la Olla Popular de Plaza San Martín.
Allí presentaron sus posiciones el abogado Marcelo Ponce Núñez, el secretario general de SUTEBA Daniel Campanelli, Laura D’Emilio, del FPDS-CN; Damián Lambusta, del Programa universitario de Niñez, Clara Condenanza, de la Federación Universitaria de La Plata, y Melina Capuccio, de Atrapamuros. Todos coincidieron en destacar la falta de cumplimiento por parte del Estado para garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes, contemplados en la ley 13.298, y criticaron que en lugar de ello se implementen políticas que profundizan los crímenes y la complicidad con la Policía.
Melina Capuccio, de Atrapamuros, destacó que de “los jóvenes son perseguidos por la policía que los recluta para el delito y cuando se niega los mete en cana, los tortura, los secuestra, o los desaparece como es el caso de Luciano arruga y otros niños y niñas”, e hizo hincapié en su rechazo a la baja de la edad de imputabilidad.
Ponce Núñez denunció la falta de cumplimiento de las leyes relacionadas con los derechos de la niñez y la adolescencia. En ese sentido retomó una anécdota ocurrida ocho años atrás, de un joven que había vivido en el Hogar de Cajade, y que él mismo había conocido en la Facultad, porque vivía en la terraza del edificio de esa unidad académica, ubicada en 48 entre 6 y 7: “Se trata de un chico que vivía arriba, que hoy tendrá 28, 29 años, que trabaja para el comedor universitario de La Plata. En una oportunidad lo invitamos a hablar acá, a contar un poco su historia, y al terminar preguntó: ‘¿Cuánto se tarda para recibirse de abogado?’. ‘Y, más o menos cinco años’, le contestamos. ‘Ah, qué lástima, yo debería ser abogado, porque yo viví cinco años acá arriba, en la terraza’, dijo. De esos lugares, de ese consumo de droga, de ese robar para consumir droga, para sostenerse, para vivir, hoy tiene trabajo, mujer e hijos. Significado de esto: si las políticas concretas públicas se destinan a lo que se debe destinar con la fuerza que se debe destinar, la factibilidad de salida de cualquiera de los pibes es totalmente posible”. De lo contrario, expresó el abogado, “van a seguir en situación de calle”.
En esa dirección criticó además que el personal que depende de los servicios locales y zonales, así como del Foro de la Niñez, son contratados, y que no se habilitan los concursos para el ingreso de personal, “por lo que los ingresos dependen del amiguismo y no de preparación técnica con la idoneidad necesaria para atender a las problemáticas de la niñez”.
Hay muchas Nélida Soledad
Con respecto al policía que le disparó a Bowers, Ponce Núñez dijo que más allá de su responsabilidad “lo preceden instituciones, y es ahí donde tenemos que poner el ojo y la atención”. Manifestó así que es imprescindible que la policía reciba preparación con respecto a derechos humanos, y en particular, al tratamiento de la niñez. Y denunció el reclutamiento de niños que se realiza para la comisión de ilícitos por parte de las mismas fuerzas de seguridad y habló de una niñez abandonada y sin recursos.
Desde la FULP, Clara Condenanza, se refirió al caso puntual de Bowers como un caso de gatillo fácil que esta vez llegó a los medios nacionales porque “ella no era el objetivo, sino que fue una equivocación, y porque fue en el centro, y no en los barrios de la periferia”. Pero remarcó que el gatillo fácil es común: “Es común la persecución policial en lo barrios a los jóvenes y es común que esto no suceda en el centro sino que sucede continuamente en la periferia y garantizado desde una gran red de impunidad, garantizada desde una decisión política”.
Condenanza dijo además: “Soledad es la expresión de lo que le sucede a miles de jóvenes que hoy son los blancos más fáciles de un sistema que está garantizado con la impunidad —y advirtió—: “Los jóvenes no vamos a pagar el costo de un modelo de desigualdad que cada vez se profundiza más en la provincia de Buenos Aires, y mucho menos con la vida de compañeros como Soledad”.
“Esto no es un problema de la última semana. Desde las organizaciones sociales hace años que venimos luchando por una vida digna, por una infancia digna para los chicos, y esto se da en un contexto en el que muchas organizaciones que trabajan con niñez están dando una lucha muy importante reclamando, por ejemplo a través de la Red de hogares, que hoy no están recibiendo presupuesto”, planteó Laura D’ Emilio, del Espacio de Niñez del FPDS. Y, convocó a “la unidad de las luchas populares” porque esto no puede ser algo de algunas organizaciones sociales sino del conjunto”.
Y hay muchas deudas con los chicos
En la conferencia, D’ Emilio expresó su preocupación por la falta de cumplimiento de las leyes de niñez, la provincial, 13298, y la nacional, 26.061, y porque el presupuesto “no sólo no se implementa sino que además es cada vez menor”. En línea con lo que manifestó Ponce Nuñez, se refirió a la precarización de los trabajadores de la niñez, ya que eso también dificulta el trabajo con los niños, las niñas y los adolescentes. “Esto no se soluciona con más policía. Se tienen que implementar otra políticas públicas que sean para la vida y que protejan la vida de nuestros chicos y chicas”.
Por último, Damián Lambusta, del programa de Niñez universitario, destacó su preocupación por las deudas que la provincia mantiene con los hogares, con muchos de las cuales están trabajando en una acción de amparo. En ese sentido remarcó: “Es lamentable que obras como la del padre Cajade o Pelota de Trapo estén denunciando que están ahorcadas porque la provincia no deposita los fondos para las becas de esos pibes”. Y agregó: “Es vergonzoso” que la ciudad tenga recursos para poner 333 cámaras de seguridad en toda la ciudad y 120 agentes municipales, y no tenga recursos para darle a un equipo formado de operadores de calle para trabajar con los chicos en situación de vulnerabilidad, que es algo que hoy se recuesta sobre las organizaciones sociales”.