Nota principal: Salud pública: en estado de abrazo permanente
“Tenemos prohibido dar información. Si querés saber algo, tenés que remitirte a la Secretaría”, responden desde un centro de salud de la periferia con graves problemas para acceder a servicios elementales. El comentario recuerda a cuando, durante la gestión del ex secretario de Salud José Luis Mainetti, en las salitas nadie hablaba con periodistas porque una circular interna así lo había ordenado. Ahora suena más a resignación a un clima que a orden explícita, e igual muchos trabajadores se abrieron con valentía a esta revista. Para el doctor Doldan, es “el sistema el que te prohíbe hablar. Por ejemplo, nos dicen que no pidamos ayuda a otros hospitales…”, cuenta en un contexto en el que faltan insumos de toda clase.
Concejales del Frente Amplio Progresista que presentaron propuestas y pidieron información sobre salud en 2012 también recibieron “silencio”. Sin eco, plantearon crear un Consejo de Salud Comunitaria integrado por Municipio y referentes barriales; conocer el funcionamiento de unidades de traslado del Cementerio y de la salita N° 36 (Villa Elisa) tras denuncias de vecinos; y acceder a datos sanitarios de habitantes cerca de canteras en Arana, Arturo Seguí, Olmos, Villa Elisa y Hernández.
El inquietante escenario de la salud local empeoró tras abril. El mismo bloque presentó el 10 de abril un proyecto de ordenanza que declara “zona de desastre y estado de emergencia social y sanitaria” para atender “al proceso epidemiológico” y “detectar y prevenir riesgos socio-sanitarios” post inundación.