Crónicas de la inundación
Los realizadores Mariano Suriani, Raúl Finkel y Matías Cepeda ultimaban los cortes de un documental sobre arte urbano platense cuando a La Plata la tapó el agua oscura, el 2 de abril. Y “entre tanto silencio no pudimos hablar de otra cosa, vivimos acá”, explican. Así que hablaron, a su manera. Es decir: filmaron. Cámara en hombro, nació la serie “Crónicas de la inundación”, que tiene su página en Facebook y su canal en Youtube. Desde allí se puede acceder al material, donde las marcas que dejó la gran inundación se vuelven relatos en primera persona. Así, por ejemplo, asoma Horacio Napolitano, un hombre mayor recién operado con tres bypass que puso el cuerpo en Tolosa durante la noche más larga de su vida y se resiste a tirar la imagen de sus nietos en fotos enmohecidas. O Yiyo Cantoni, un periodista platense de larga trayectoria que albergó desconocidos en la zona del parque Saavedra. O se cuenta la historia de un comedor del barrio Santa Ana, en Melchor Romero, que nació cuando el agua se había llevado hasta el alimento. Aunque acostumbrados a las inundaciones, los vecinos nunca habían padecido algo semejante. O el músico Pepe Angelillo, que recorrió cuadras larguísimas como ríos en busca de su amor: su piano… Pasaron siete meses de la peor tragedia platense y con la distancia se gana en perspectiva. Las marcas se resignifican pero, por definición, nunca desaparecen. Las crónicas son el lente que hace foco en ellas y muestran la diversidad que la inundación iguala, como las palabras que la cuentan. La saga se anuncia inconclusa y toma posición: dar testimonio en tiempos difíciles, cuando el agua pareció llevarse hasta la palabra que la nombra.
Verona Demaestri