Carlitos Cajade soñaba con un país donde no existieran comedores, centros de día ni hogares para chicos sin hogar. Un país sin obras como las que debió fundar. En ese mundo por el que luchó, los chicos y las chicas vivirían en sus casas, con sus familias. Por todo eso, él debe de estar celebrando, donde quiera que esté, por Yuliana y Brian. Después de muchos años de vivir en el Hogar, se fueron con su familia. “Estoy feliz —dice Lidia Cantero, la educadora de Yuli y Brian en el Hogar—. No porque se van sino porque cumplen el sueño de todo pibe que pasa por el Hogar: ir a vivir con la familia. Tengo una alegría inmensa. Estuvieron con nosotros desde hace siete años. Vivieron con Miguel y Katy y después vinieron conmigo. Me enorgullece que hayan sido parte de mi vida. Los voy a extrañar. Me van a tener siempre que lo necesiten y por más que se vayan ésta siempre va a ser su casa”