Nota principal: Los enigmas del Princesa
La alarma por el cartel que ofrecía al Princesa como un lote donde edificar no es antojadiza: está amparada por la legislación local que identifica al lugar como patrimonio para preservar. Este reconocimiento data de 2004, cuando la ordenanza 9806 declaró al inmueble “de interés histórico por su valor testimonial” y estableció: “Cualquier tipo de intervención que se realice sobre el edificio debe conservar sus características y preservación, así como a la puesta en valor de sus particularidades arquitectónicas”. Esa protección se consolidó con el decreto 1579 de 2006, que define el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad. Allí el Princesa aparece entre la categoría de “protección estructural”, por lo cual sólo se pueden realizar “modificaciones que no alteren la sustancia tipológica del inmueble”.
Sin embargo, los antecedentes invitan a desconfiar: esa misma consideración tenía el edificio de la vieja fábrica Minoli (56 entre 1 y 2) hasta que apareció el proyecto de construir un hotel 5 estrellas de 16 pisos. Sorpresivamente, el Municipio autorizó una modificación en los listados y sólo la fachada pasó a ser objeto de protección.