Nota principal: Desmonte, negocio y silencio
Por Marcelo Landi
A la isla la conocí por 2007, en verano, una visita para llevar a pasear amigos de otro lugar por La Plata, Berisso y Ensenada, para contar historias de peronismo, clase obrera y demases. Ese día fue un flechazo que perduró en las visitas y en indagar su historia. Escritores como Haroldo Conti escribieron sobre ella, ese lugar donde el verde es el color primordial y donde plantas nativas se combinan con la acción antrópica de emprendedores que por inicios de siglo XX empezaron a hacer fincas y frutas y vinos e historias.
Hace dos años, el vínculo se acrecentó con la oportunidad de recorrerla más profundamente y tener las historias en primera persona de esas épocas doradas donde la isla tuvo el empuje de trabajadores de la tierra junto a Luis Romano. La zona con sus humedales y su flora y fauna remite a las primeras imágenes del territorio virgen que alguna vez fueron estos lares, donde los pueblos originarios no talaban, ni desmontaban hasta la llegada de los conquistadores. Esa imagen me fue cautivando, al punto de incluirlas en un proyecto fílmico de ciencia ficción aún en proceso. Hasta aquí, un brevísimo recuento de ese lugar que no es una isla realmente y al que circulo en bicicleta al menos una vez al mes.
Durante el último año, esa hermosa composición visual se ha visto trastocada por obras de mega ingeniería relacionadas con la construcción del puerto nuevo. No sólo a cada visita el desmonte avanza a pasos agigantados. Sino que la obra va a representar un impacto muy grande a los trabajadores que viven en esa zona. En este momentos se me ocurre pensar en los artesanales Astilleros Martino hacedores de navíos campeones de competencias internacionales, en los cañeros, en los pescadores, en las familias de barriadas populares de gran parte del conurbano sur que encuentran en la isla una playa cercana para divertirse. Todos ellos, todos nosotros estamos siendo afectados por una obra de impactos inimaginados. Al respecto circula muy poca información y es necesario hacer algo para que el impacto sobre el área no sea tan grave.