El mes pasado hablamos de la Pochita, asesinada a los 17, víctima —como muchos jóvenes— del abandono y la circulación de armas. Para seguir el tema, recorrimos con sus amigos y familiares su esquina y sus calles en Villa Alba. Baruyo estuvo en La Casita de los Pibes. Entrevistamos a Brian y Juan, talleristas de carpintería en la organización a la que ella asistía desde los cinco años. Una charla entre pibes sobre riesgos, sueños, proyectos, duelos barriales y prioridades.
Producción Baruyo
Entrevistas y fotos Rocío, Selene, Jairo, Quique, Dani, Karen, Yesi, Abraham, Samuel y Dylan (pibes) / Javier Sahade, Penélope Bastida, Martina Dominella, Guadalupe Barrios Rivero (coordinadores)
Cuenta Selene, integrante de Baruyo, el espacio de comunicación con adolescentes en La Pulseada: “Nazarena Arriola, alias La Pochita, era una chica que hacía talleres en la Casita de los Pibes y fue asesinada a los 17 años, por la espalda. Entrevistamos a dos amigos de la Pochita, paseamos por el barrio y en el camino vimos una capillita (un santuario) con fotos, estatuas, etc. Detrás de la capillita había un mural de la Pochita que decía ‘pienso en vos y miro las estrellas’”.
Nos recibieron una tarde de miércoles, en la carpintería. “Cuando llegamos había maderas –escribe en su libreta Jairo, otro baruyero— era grande, había muchas máquinas. Entrevistamos a Brian y a Juan, pero después vinieron más chicos, una educadora y también el hermano de la Pochita”.
Los carpinteros del Alba
Yesi (Y): ¿Nos pueden contar un poquito de lo que hacen acá?
Juan (J): Acá venimos todos los días, de lunes a viernes, de 9 a 15.30 o 4. Laburamos para un chabón de allá de Centenario.
Y: ¿Y a qué se relaciona el chabón?
J: Hacemos muebles, mesa ratonas…
Y: Carpintero. ¿Y hace cuánto que se dedican a esto?
J: Yo, más o menos, 4 años ó 5, que aprendí bien el oficio.
Y: ¿Hay algún profesor que les enseña?
J: No, ya no viene. Hubo, pero nosotros nos largamos solos ahora.
Y: O sea que ya están.
Rocío (R): ¿Y qué más hacen en la Casita?
J: Hay panadería, un taller de porcelana fría, cine, manicura… Un par.
Brian (B): Taller de música, orquesta.
Y: ¿Cuántos chicos?
J: 60 o 70.
Martina: ¿Hay chicos más chicos que aprenden con ustedes?
J: Sí, los sábados yo doy un taller de 10 a 12. Para los más chiquitos, de 8, 9 ó 10. Enseñamos lo más básico, lijar, cómo clavar un clavo, cómo armar cosas y van aprendiendo de a poquito. Hay uno que es más grande que está aprendiendo a agarrar las máquinas ya.
Nazarena y los pasados
Y: ¿Qué relación tuvieron con la Pochita?
J: Y, yo con la Pochita fuimos los primeros que vinimos acá, los más chicos que vinimos acá. Teníamos 5 años cada uno, creo. Era mi mejor amiga y una re piba… Una re piba.
B: Yo la conocía de acá, de la Casita. Una piba bastante… Jodía, era muy querida.
Y: ¿Era muy buena compañera?
J: Sí, muy buena compañera.
Y: ¿Se dedicaba a hacer lo mismo que ustedes?
J: No, venía algunos sábados, pero no mucho. Más en panadería o en otros talleres.
Y: Como quien dice, más cosas femeninas.
R: ¿Qué sintieron cuando murió?
J: Una lástima… Una tristeza, mucha tristeza. Todo el barrio triste.
B: Un bajón… Yo cuando me enteré no estaba acá y no lo podía creer.
J: Iba conmigo al colegio. Salimos del colegio y a la hora me entero que la habían matado. Al que me contó le dije que no podía ser porque recién había estado conmigo, en el colegio.
R: ¿A qué grado iba?
J: A Primero.
Javier (Jav): Da mucha bronca que haya tantas armas dando vueltas…
J: Sí, da mucha bronca. Antes en el barrio vos podías salir, te quedabas en el barrio hasta la mañana y no pasaba nada. Ahora, por ahí te vas a una fiesta y porque lo miraste mal te dan un tiro o porque dijiste algo que no tenías que decir.
Y: ¿Y qué opinan de todo esto, de las armas? ¿Qué le dirían al chico éste?
J: No se… No lo podría tener enfrente mío.
Jav: Y son todos pibes, el que disparó y la Pochita. Más o menos de la misma edad, con un futuro cortado o incierto….
Y: Si él decide cambiar, capaz que puede tener un futuro. ¿No piensan eso? Si alguien decide ayudarlo, ¿piensan que puede tener un futuro?
R: ¿Piensan que por ahí sufrió mucho?
J: Por ahí sí, por eso tiene esa vida. Andá a saber, tuvo una infancia fea… Yo que sé.
R: ¿Cómo está el barrio?
J: Ahora no está bueno, porque está más… Muy…
B: Muy aburrido.
J: Como que está más complicado. Ahora no podés parar en una esquina. Por ahí, uno que no para ahí, justo paró ahí, tiene bronca y viene uno y empieza a tirar tiros y mata a todos, ¿me entendés? Por uno, pagan todos… Algo así.
Y: Como lo que pasó con esta chica, que por un chico, terminó perdiendo ella. Porque terminó parando en una esquina.
Penélope (P): ¿Por qué creen que surgen esos conflictos?
R: Porque no sos del barrio o porque lo mirás mal y…
Y: Ahora los pibes se creen uno más fuerte que el otro y compiten con eso. Yo soy más fuerte que él, y voy, y se lo demuestro. ¿Cómo se lo demuestra? Con armas, con fierros, con cuchillos… Ya no es como era antes, con un mano a mano.
B: Ya no hay mano a mano.
J: Por bueno que vos seas, te hacés malo. Por ahí, por bueno te toman de boludo… Te tenés que hacer malo. Igual, acá en el barrio mucho quilombo no hay, pero de otros lados. Antes no venían mucho de otros barrios, pero ahora vienen de todos lados, del El Carmen, El Paligüe, Altos de San Lorenzo, Aeropuerto.
Y: Acá compiten más El Carmen y El Paligüe. Por eso pasa esto, que yo me creo más fuerte, voy y hago quilombo acá. Por eso pasó esto.
R: En todos lados pasa, que si no sos del barrio te van a decir algo. En todos lados.
Jav: ¿Y piensan que la violencia surge de la falta de acceso a derechos, como vivienda, educación, servicios..?
J: Si, es como decís vos. Por algo estamos así.
Y: Por falta de materiales.
P: ¿En espacios como La Casita se debaten estos temas y conflictos?
J: Sí, todos los meses tenemos una asamblea. Ahí nos juntamos y por ahí contamos algún problema, vemos cómo podemos solucionarlo.
Y: ¿Qué clase de pasado tuvieron? El crecimiento… ¿Su vida cómo fue, buena mala?
J: La mía, ni tan buena ni tan mala. De chiquito mis viejos se separaron, estuve más o menos complicado…. Pero ahora estoy re bien, estoy grande. Tengo una nena de 1 año y 2 meses, trabajo, estudio. Por ahora me va bien. Estoy haciendo la secundaria, acá enfrente.
Y: ¿Tienen mucho apoyo de La Casita?
J: Si, me ayudaron una banda. Siempre que tenemos algún problema, lo hablamos y nos ayudan.
R: ¿Y tu pasado cómo fue, Brian?
B: También, ni bueno ni malo. Tenía lo que me podían dar mis viejos y nada más.
J: Yo nací en Formosa. Yo tenía un año cuando me trajeron acá, pero no me acuerdo.
Riesgos
Jav: ¿Sienten que están en riesgo como jóvenes? Por lo que le pasó a la Pochita, la dificultad para conseguir laburo, escuela, guarderías para los hijos…
R: En todos lados, no en un solo lugar.
Y: Es en todos lados. Riesgos hay en todos lados.
B: Por donde caminés el riesgo está. Pasás por una esquina y algún loquito, cruzado.
Y: También los apoyos que se necesitan, como un padre, una madre… los políticos. Los políticos dicen que van a poner más trabajo. ¿Quién recibió un trabajo de un político?
J: Nadie. Yo no.
R: Ellos dicen las cosas para que los voten, nada más.
Y: Yo pienso que todos estos riesgos también los generan los políticos, al prometer y no cumplir. La falta de trabajo genera que los chicos salgan a robar y salir a robar genera que se droguen… Es todo… Una cadena.
J: Sí, una cadena de cosas malas.
R: A veces, para estar seguros nosotros nos tenemos que cuidar porque por ahí llamás a la Policía y vienen después de lo que pasó. Tanto que dicen que nos van a cuidar y después no cumplen nada… También son una manga de hijos de puta porque en el noticiero pasaron que a un chabón lo cagaron a palos después que salía del baile.
B: Sí, a todos. Lo levantan arriba y dale…
Y: Sí, es normal. A mi jefe lo cagaron a palos y lo chocaron. La Policía. Y está también lo de mi amigo, ¿se enteraron no? En 609 y 115, los policías mataron a…
J: Sí, en un baile.
Y: Hace como un mes, un cumpleaños de 18, los chicos salen de la joda en una moto y la Policía los siguió, le tocó la rueda para que se bajen y se le fue la mano al patrullero y falleció Facundo. La Policía, la Policía. Y encima se fueron y ni siquiera fueron capaces de llamar a la ambulancia. ¿Y ustedes qué piensan de la Policía?
J: Lo mismo que ustedes, el mismo pensamiento.
Y: Autoridad es lo que falta. El ejemplo no lo da la Policía, no lo da más. El ejemplo somos nosotros ahora, me parece.
R: Si te tenés que cuidar, te cuidás vos ahora. Si esperás a la Policía…
Y: Yo estoy viviendo en un barrio complicado, ahora, pero es increíble cómo se llevan a las personas ahí. Somos todos vecinos, se apoyan y se cuidan entre ellos. Si le roban al vecino, viene otro y salta, como quien dice de justiciero.
Jav: Así como hay cada vez más policías, ¿piensan que se necesitan otras cosas en los barrios?
R: ¿Para qué más policías?
Y: Lo que más se necesitan son ambulancias, ¡fuera de joda!
R: Porque llamás a la ambulancia y te dicen que tienen demora o vienen después de… Llegan cuando quieren.
Y: ¿Ustedes qué piensan? Está bien lo que hicieron con esto, que pusieron más policías, pero ¿las ambulancias? ¿Nunca pensaron que la gente se enferma? Para que una ambulancia te venga enseguida tenés que tener obra social o…
R: Sí, cualquiera.
B: A mí una vuelta se me había descompuesto mi vieja y tuvimos que esperar… Unos vecinos tuvieron que parar un auto que pasaba por la calle porque la ambulancia no llegaba. Le dijeron que nos lleve al hospital.
Y: Yo sé que las ambulancias están las 24 horas del día, pero tengo la sensación de que en lugar de poner tantos cosos, tienen que poner más ambulancias. Es mi opinión. Tiene que haber más ambulancias, más ambulancias… Más centros de salud.
La Casita de los Pibes
El lugar que nos recibe se encuentra en 604 y 122 de Villa Alba (en la localidad de Villa Elvira. La Pulseada 119). La Casita fue fundada en el 2000 por un grupo de militantes sociales con trabajo territorial desde los 80. Hoy es un espacio destinado a unos 60 chicos, chicas y jóvenes mayores de 18 años. Allí funcionan talleres de cine, carpintería, panadería, reflexión y manicura. También hace tres años se dictan clases en el marco del Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (FinEs).
La Casita pertenece a la misma administración de la Guardería Evita (124 e/ 608 y 609) y la Casa de los Niños Carlos Mugica (609 e/ 121 y 122). Cuentan con participación de vecinos y vecinas, y muchos de los educadores son jóvenes que pasaron por el lugar durante su infancia y adolescencia.
En el predio donde funciona la Casa del Niño está en construcción una Casa Educativa Terapéutica (CET) que recibirá a jóvenes con consumo problemático de drogas de La Plata, Ensenada y Berisso. Se prevé que esté en funcionamiento a mediados de año. Las CET son impulsadas en todo el país por la Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico). Según la información oficial, el objetivo de estos centros es “mitigar el consumo problemático de drogas y/o alcohol en contextos de alta vulnerabilidad social.” Se prevé la instalación de un gimnasio para boxeo, microcine y una radio.
De la libreta de Jairo
“Cuando salimos de la casita vimos una lauchita. En el camino vimos un mural de la Pochita que decía: pienso en vos y miro las estrellas. En el mural había un cajón con fotos de la Pochita y fotos de la abuela. Vino la tía de la Pochita. En el cajón había flores, fotos, vírgenes, gauchitos giles, etc. En medio del camino se fueron la mitad de los chicos.
Después del mural fuimos a una construcción que es parte de la Casita de los Pibes. Iban a hacer un gimnasio y un cine. Después de la construcción fuimos a una guardería. Había una pileta: el agua estaba sucia y había un coche tirado, botellas, frutas y muchas cosas más. Había un basural, un cuarto que tenía de pared botellas. Había un cuarto de plantines. Después de todo volvimos a la casita de los pibes y vimos otro mural.”
De la libreta de Karen
“Descripción carpintería: es un poco grande, tiene muchas maderas, algunas maquinas muchas herramientas y muchas pinturas. Entrevistas: a Brian y Juan, trabajadores en carpintería en la casita. Nazarena (Pochita) vivía a cuatro cuadras de la Casita. En la casita hay pibes y muchos educadores. Hay más o menos 70 chicos. A la Pocha le hicieron como un muro que decía todo lo que la querían y los nombres. También le hicieron una capilla con plantas, fotos y cartas y con un gauchito gil. Había muchas fotos de la familia.”
El reclamo
Los días que los visitamos, la comunidad de la Casita de los Pibes estaba preparando una segunda marcha para exigir justicia por el crimen de Nazarena Arriola, la Pochita, asesinada por un joven que pasó en moto por la esquina de su casa el 27 de marzo. El acusado, otro pibe de 17 años, se entregó a la Policía pocas semanas después del hecho, pero luego se fugó. La movilización tuvo como eje la denuncia por la circulación de armas en los barrios. Además, se advirtió y recordó en la puerta de la Secretaría de Niñez y Adolescencia, que conduce Pablo Navarro, que “nuestros pibes están en riesgo” y que “el desamparo” y la “inacción de las instituciones” hicieron posible “este terrible hecho”.
Carta a Marta, la abuela de ojos azules
“Abriendo caminos, llegaste de La Pampa sin saber destino. Te esperaría aquí la lucha constante, criando tus hijos, ágil presurosa con pasión tenaz. Te veo maestra, tal vez cocinera, criando animales, planeando tu lucha sin poder descansar. Recuerdo una noche, llegué de visita, te encontré abrigada con tu cuerpo cansado, todo ese tesoro que Dios te envió, formaba una manta con la piel humana de todos tus nietos. Te daban calor, sintiendo el latido de sus corazones que laten al ritmo de tu gran amor. Abuela querida, yo quiero brindarte mi humilde homenaje por tanto calor. Tu sos un tesoro, ejemplo de vida, ejemplo de amor. Que Dios te bendiga, te de mucha fuerza, que los niños crezcan siempre sin dolor. Yo quiero imitarte, por lo que más quieras. Quiero que me creas, lo pido por Dios”.
Esta carta la dejó en nuestro local Marta Ocampo, vecina de Villa Alba, amiga, lectora y a veces vendedora de La Pulseada. Pocos días después del crimen de la Pochita, nos dejó este mensaje para otra Marta, la abuela que crió nietos y bisnietos, entre ellos la Pochita. Según cuenta en el final de la carta, su homónima “trabajó en la casa de Ricardo Balbín de cocinera en su juventud”. Leímos juntos la carta en la carpintería de la Casita y aplaudimos a esta abuela, que se fue hace más de un año.