A principio de noviembre se estrenó en el Senado La voz de la pibada, el documental que da cuenta del proceso que llevó a la gestación de las marchas “El hambre es un crimen”. Frente a cámara, los chicos cuentan sus deseos, enumeran sus demandas y elevan propuestas que son colectiva.
Fotos: Gabriela Hernández
Con el salón principal, llamado Eva Perón, del Centro Cultural del Senado de la Provincia de Buenos Aires (7 y 49) completamente desbordado de un público entre los que se contaban cientos de niños, niñas y jóvenes, incluidos los protagonistas de la filmación, se estrenó el 7 de noviembre pasado, después de un año y medio de rodaje en catorce barrios de la periferia, el cortometraje La voz de la pibada.
La jornada arrancó con la actuación en vivo de la Orquesta Barrial En Movimiento (Movimiento Justicia y Libertad), que también estuvo a cargo de la musicalización del audiovisual.
Presentaron el trabajo Damián Lambusta, de la Obra del Padre Cajade; Damián Demaro, integrante del grupo de realizadores; Manuela Mendy, del Colectivo La Casa y Marcelo Iafolla, del Área de Niñez y Adolescencia del Programa de Justicia y Seguridad Democrática de la Comisión Provincial por la Memoria.
Aclararon que la concreción de la película no hubiera sido posible sin el apoyo de la Comisión Provincial por la Memoria, la Facultad de Bellas Artes de la UNLP y la Prosecretaría de Políticas Sociales de esa casa de estudios.
La voz de la pibada entiende la niñez como protagonista de su propia historia, como sujetos que ejercen sus derechos a pesar de las limitaciones sociales, económicas, políticas y culturales que se les pretenden imponer desde el poder instituido. Desde sus barrios, sus calles, los comedores o los centros comunitarios de los que participan, miran a cámara y cuentan deseos, demandas y propuestas que no son individuales sino que expresan anhelos colectivos de las niñeces y la juventud: plazas lindas, trabajo para sus familias, alimentación, respeto a sus derechos, juegos.
Los chicos y las chicas no sólo son los protagonistas de La voz de la pibada, sino que también participaron en las diversas tareas de producción. “El guión surge de la primera marcha ‘El hambre es un crimen’ organizada en 2017. Los pibes y las pibas, con la compañía de educadores, desarrollaron un texto que leyeron en la marcha y que nos interpelaba (…) Ahí empieza la idea de llevarlo a otro formato y se nos ocurrió pensarlo en imágenes y llevarlo a sus lugares”, explicó Damián Demaro, parte del equipo de producción, a La Pulseada Radio.
El equipo que produjo La voz de la Pibada fue invitado a participar de la Semana del Cine Platense, por lo que tendrá dos proyecciones en la sala EcoSelect del Centro Cultural Malvinas. Las citas para agendar son el 9 de diciembre a las 19 y el 12 de ese mismo mes a las 21.
Completan el equipo que soñó, creyó y apostó al proyecto Juan Catullo, Ivana Romano, Salvador Morera, Marco Catullo, Pedro Nales, Juan Zaldua, María Eugenia Molinero, Jaime Tabares Rueda, Octavio Yain Romero, Laura Inés Saldaña, Nahuel Zabalza, Rosario Triana, Alexis Londero, Lucas Perez y Vanesa Espinoza.
Después de la proyección, los pibes y las pibas marcharon hasta Plaza San Martín, al ritmo de la murga y de cantitos improvisados. Muchos/as llevaban las banderas de sus organizaciones -espacios culturales, centros de día, comedores comunitarios- como estandarte y esa consigna que abraza tantas otras: “El hambre es un crimen”.
Para la movilización, colaboraron con el sonido y los medios de transporte la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) y la Facultad de Agronomía de la UNLP.