Nota principal: Eduardo Candreva, un abridor de caminos
El periodista Miguel Croceri tuvo a cargo la primera mañana de la radio a partir de octubre de 1989. La radio transmitía desde las 3 de la tarde hasta la noche, sin programas armados, más bien como espacio de música y algún conductor que leía poesía, opinión o comentaba cultura. A Miguel lo llamaron para darle una impronta “más periodística” a la radio. “En ese tiempo la radio usaba como eslogan: ‘Artesanía en comunicación’, así que con poca originalidad yo le puse a la mañana ‘Artesanía en información’ –relata-. Un programa con una estructura extremadamente sencilla, básica, elemental, austera en recursos periodísticos y en costos”.
“Artesanía en información” iba de 8 a 12. “En esas cuatro horas yo hacía algo tan sencillo como leer algunas noticias de los diarios u otras que traía seleccionadas y una opinión, un comentario, una editorial, todo eso con la música que Eduardo Elegía. Ni se nos ocurría, por los costos, hacer entrevistas telefónicas; no había internet ni celular, ni posibilidad de un móvil, ni otra fuente que no fueran los diarios y una radio pequeña que tenía en el estudio y prendía cuando estaba el micrófono cerrado, cosa de ir prestando oído a otras radios por si había un tema importante en la mañana. Tampoco estaban los canales de noticias como para estar permanentemente informado mirando una pantalla. Eduardo había hecho un acuerdo con un kiosquero del barrio, y pasaba todas las mañanas a buscar los diarios (Página/12, Clarín, La Nación y El Día). Con eso armábamos la mañana”, recuerda Miguel.
Ese acuerdo fue heredado por los sucesivos habitantes de la mañana de Futura por muchos años. Después se le devolvían los diarios al kioskero, pero tenían que estar enteros, y una habitual fuente de problemas era que por descuido o distracción se rompieran o subrayaran, como solía sucederle a este cronista.
“Eduardo fue un tipo extraordinario —resume Croceri—: humilde, de trabajo tesonero, dedicado como un labrador que día a día va sembrando y trabajando la tierra, para que las plantas crezcan y los frutos algún día nazcan a la vida. De esa manera trabajaba en Radio Futura. Modesta, abnegada y humildemente, sin parar nunca”.