Nota principal: Sin agua para regar las flores
Hay distintas modalidades de funcionamiento para los hogares. En aquellos que dependen del Estado el empleo precario no es el problema principal —la mayoría de sus trabajadores son empleados con derechos básicos garantizados— pero su funcionamiento sería imposible sin los talleristas y voluntarios. Hace meses los trabajadores se han organizado para reclamar mejores condiciones y obtener recursos para las cajas chicas, dinero con que se sostienen los gastos diarios y que escasea, como denunciábamos en 2012 (La Pulseada 99). A través de la Asociación de Trabajadores del Estado, también piden que se contemple una jubilación especial para el sector.
“Niñez de la Provincia es una de las áreas con mayor cantidad de carpetas psiquiátricas –explica Rosario Hasperué, del Foro por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia—. Por eso, ellos tienen reivindicaciones concretas sobre su tarea: es mucho más complicada que un trabajo administrativo”.
Este Foro y el Consejo Local de La Plata recorrieron los 12 hogares oficiales que la Provincia tiene en La Plata y elaboraron un informe que advierte sobre las precarias condiciones edilicias y la falta de acceso de los chicos al disfrute, la recreación y tratamiento de enfermedades. También denuncia que el 90% de los chicos tiene a sus familias en otros distritos. “Los trabajadores de Niñez se enfrentan con una gran dureza por las condiciones en las que tienen que trabajar —dice Hasperué—. Si se rompe una lamparita, si no la compran ellos de su bolsillo, no se compra. En uno de los hogares hacía diez días que no tenían agua porque se había roto una manguera. Si arranca el año escolar y no tienen caja chica, los trabajadores tienen que comprarles los útiles o gestionar útiles para los pibes. Eso, día a día, con gente que hace 30 años que trabaja así, es como la gota que cae hasta que rebasa el vaso. O se van con una carpeta psiquiátrica o se acostumbran a esa cuestión. El tema ahí son los chicos”.